Después de que el pasado miércoles se aprobara en las Cortes una PNL impulsada por la plataforma ciudadana «A11Pasos», que exige al Gobierno de España que agilice los tramos pendientes de la Autovía del Duero (A-11) y mejore la travesía que atraviesa la localidad vallisoletana de Peñafiel, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el secretario general de Infraestructuras, Javier Izquierdo, se acercaban ayer hasta este municipio ribereño para informar a sus vecinos sobre el estado de los tramos que más les afecta y contestar a todas su dudas.
Tanto Barcones como Izquierdo insistían en que esta autovía es una prioridad para el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez, y avanzaban que antes de que termine este año habrá máquinas trabajando en el trayecto que une Tudela de Duero y Quintanilla de Arriba, de 34,7 kilómetros, valorados en 240 millones de euros.
Respecto a la mejora del firme de la travesía que divide en dos a Peñafiel, aseguraban que en tres o cuatro meses comenzarán las obras y en cuanto a la variante de Peñafiel, que evitará que los vehículos tengan que pasar por el municipio, Barcones e Izquierdo reconocían que es el tramo en esta zona que va más retrasado, debido a que no existen proyectos y hay que redactarlos, pero insistían en que están en ello y confían en poder licitar las obras durante el verano.
