Reiterado hasta el hastío, el axioma de que los cubanos no nacieron para jugar al fútbol ha dado la vuelta al mundo durante las últimas décadas. Pese a tratarse de un error tan grande como una cancha, el estereotipo de una isla alejada de las costumbres balompédicas es ya un mantra dondequiera que ruede la esférica.
Sin embargo, la realidad dice lo contrario. Unido a la pasión desmesurada de los aficionados por el más universal, una grey de jóvenes y talentosos jugadores nacidos en la Mayor de las Antillas se ha empeñado en revertir tal sentencia. Si bien no ha sido traducida en buenos resultados a nivel de selecciones, Cuba cuenta con una generación prolífera en buenos futbolistas.
Tal es el caso de Christian Joel Sánchez Leal, un desconocido para la mayoría de la fanaticada antillana pero quien, solo con 18 años, es ya una de las principales figuras de la portería del Sporting de Gijón, uno de los equipos con más tradición del fútbol español, y que actualmente milita en la segunda división de este país. Nacido en La Habana, el joven guardameta entró en la prestigiosa cantera del club asturiano con apenas 12 abriles.
«Jugaba en un pequeño equipo de Gijón cuando recibí la llamada del Real Madrid, pero el Sporting ya había hablado con mis padres para incorporarme en la temporada siguiente, y en definitiva la decisión fue unirme a este equipo, cosa de la cual no me arrepiento», cuenta el prometedor portero capitalino.
Asegura que su amor por el fútbol nació gracias a su padre, Lázaro Joel Sánchez: «los primeros guantes que vi fueron los suyos, él fue jugador del equipo Pinar del Río durante muchos años y también logró integrar la selección nacional, por lo que me impregnó esa pasión por la portería».
Actualmente, Christian Joel se desempeña como cancerbero del Sporting de Gijón B, el cual culminó campeón de su grupo en la Segunda B (Tercera División) y mantiene intactas sus opciones de ascender a Segunda. Afirma que desde las categorías infantiles el club ha apostado por su evolución y le ofreció la oportunidad de desempeñarse en escuadras de mayor categoría, incluso, actualmente juega en el segundo equipo, pese a estar aún en edad juvenil.
Sobre su disposición de representar a Cuba, y conocedor de la nueva política instaurada por la Federación Cubana de fútbol de convocar a jugadores del patio que militen en clubes extranjeros y que hayan abandonado el país por la vía legal, la respuesta del joven es punzante: «Me encantaría. Representar a mi país resulta un motivo de orgullo y podría contribuir en una posible mejoría del nivel de la selección».
«Todos me dicen “Cuba”, ese es mi apodo porque me siento orgulloso de donde nací. Hace un tiempo estuve en el museo del Real Madrid y es increíble como resaltan los nombres de jugadores cubanos que representaron a ese gran club. Es decir, que el fútbol en nuestro país siempre ha tenido excelentes atletas al nivel más alto», explica Christian Joel.
Con el inglés Joe Hart como ídolo, debido a «su rapidez y habilidad en el uno contra uno», el prometedor arquero asegura que espera estar en dos años en el primer equipo del Sporting y llegar muy lejos en la hermosa profesión que es jugar al fútbol y en la cual ha tenido un inicio laudable.
«En España el deporte no es gratuito como en Cuba, todo chico asturiano y de muchos sitios sueña con poder jugar algún día en el Sporting de Gijón, por su tradición y prestigio en la formación de los jóvenes, por ello es un orgullo que hayan apostado por mí. Como todo cubano, dejo la vida en cada propósito que me trazo e intento alcanzar mis sueños. Uno de ellos es, precisamente, enseñarle al mundo que los cubanos sí podemos triunfar en el fútbol», sentenció.
