Parece que Pilar Eyre (Barcelona, 1951) ha encontrado en las novelas sobre la Familia Real la temática base de su obra. Asegura que en Zarzuela las leen y «no les ha gustado». Sigue adelante porque todavía tiene mucho que contar. En «Carmen la Rebelde», su nuevo libro, saca a primera línea la figura de una actriz que conquistó el corazón de Alfonso XIII. Nadie sabía apenas de ella. Es, en boca de la autora catalana, «uno de los personajes femeninos más influyentes del siglo XX».
-Este libro gira en torno a la figura de Carmen Moragas. El personaje en cuestión existió. ¿Dónde acaba la realidad y comienza la ficción en la novela?
-Es la misma técnica que suelo utilizar en todos mis libros históricos: mucha documentación y mucha imaginación. El otro día leí que Stefan Zweig decía «esta novela no me va a quedar bien porque tengo demasiada documentación». Es cierto que cuando tienes la documentación y has hecho el trabajo de investigación, tienes que olvidarte un poco de todo, porque estás haciendo una novela y lo que quieres es que la gente se apasione y se interese por la historia. No se trata de un manual para que aprendan la historia de ese siglo. Tiene que atrapar el corazón de los lectores.
-¿Por qué eligió este personaje de la historia de España y no otro?
-Carmen Ruiz Moragas es un personaje que salía escondido en casi todos mis libros sobre la monarquía. Era la tapada, la persona de la que no se quiere hablar, que no existe oficialmente. Empecé a investigar qué había detrás de ella. Cómo había atrapado durante ocho años el amor desenfrenado y delirante del rey. Me encontré con un personaje impresionante. No entiendo cómo no ha tenido más repercusión. Creo que es uno de los personajes femeninos más influyentes y más fuertes del siglo XX.
-¿Cómo definiría a Alfonso XIII?
-Nació rey. Salió adelante gracias al cuidado entre algodones de su madre y sus tías. Tuvo una educación nefasta. Sus profesores no se atrevían a enseñarle nada, y no tenía amigos de su edad porque debían estar a su altura, a su rango. Era un rey con muy poco contacto con la realidad, con la calle. Y al mismo tiempo, con un concepto mesiánico de sí mismo. En un momento dado, Carmen le pide «¿qué harías por mí?» y él le aseguró que le daría lo que fuera. «¿Me darías la corona también?» Él contestó que la corona era todo. Además, estaba aquejado de dolencias típicas de los Borbones: era un mujeriego compulsivo y tenía ese fondo de melancolía, que ahora se llama depresión, que tienen todos los Borbones. Es un desequilibrio nervioso que hace que caigan en pozos negros con mucha frecuencia. También lo tiene don Juan Carlos.
-¿Y si la Rebelde hubiera llegado a ser reina?
-Hubiera sido plebeya, como doña Letizia. Lo de casarse y vivir con Carmen suponía un futuro bastante azaroso. En aquel momento no se sabía si la monarquía iba a tener futuro. Lo que sí es cierto es que si anulaba su matrimonio con doña Victoria Eugenia, los hijos pasaban a ser ilegítimos. Si Carmen hubiera aceptado... Quizá hubiera llegado a reina, sus hijos serían otros, la línea dinástica sería otra... Muy complicado imaginar un futuro alternativo al que tenemos.
-Cuánto ha cambiado la monarquía en el último siglo.
-Yo no creo que haya cambiado tanto. ¿En qué sentido? Creo que don Juan Carlos y don Alfonso tienen vidas paralelas, con muchos puntos en común. Educaciones deficientes y mujeriegos. Pero ambos tuvieron la fortuna de tener al lado una mujer que lo aguantaba. Y ambos padecían esa melancolía que te he comentado.
-Quizá me refería a cómo ha cambiado todo en comparación con el rey Felipe.
-Ah, bueno. Claro. Es totalmente distinto. No es Borbón, es Grecia. No tiene altibajos, es una persona muy serena, muy equilibrada. Mejor educación y para nada mujeriego. Y Letizia no lo consentiría. En absoluto.
-Son varias las novelas que dedica a la Familia Real. ¿Le leen en Zarzuela?
-Me han leído y no les ha gustado. Muchas veces me lo han hecho llegar directamente. Otras veces, por canales indirectos.
-(Nota: esta entrevista se realizó el 7 de marzo, víspera del Día de la Mujer) ¿Apoya Pilar Eyre la huelga feminista?
-(Muy convencida) Sí. Nosotros teníamos programados los actos en Valencia para mañana, pero, en un acuerdo con las mujeres de la editorial, decidimos adelantarlo un día y así poder hacer huelga mañana. Yo estoy en una situación privilegiada, no la hago por mí. No tengo nada de qué quejarme ni nada que reivindicar, pero lo hago por dos motivos: por una parte, todas las mujeres, en mayor o menor medida, nos hemos visto discriminadas por ser mujer. Por otra, quiero apoyar a todas mis hermanas de género que están sufriendo acosos laborales, despidos por quedar embarazadas, que sufren violencia de género...
