Una muy poco habitual escena se vio ayer en el estadio Roig Arena en el que el Valencia Basket se enfrentó al Laguna Tenerife.
Entre el público, colocados en las gradas, estuvieron decenas de los efectivos que el Ejército de Tierra mantiene desplegados sobre el terreno en la Comunidad Valenciana desempeñando labores de reconstrucción tras la destrucción que dejó la mortal depresión aislada en niveles altos (DANA) de noviembre.Una imagen poco habitual la de militares, vestidos de uniforme, en grupo, asistiendo junto a la afición valencianista al partido de la Liga Endesa. Fueron invitados expresamente por el dueño de Mercadona y del club de baloncesto de la capital valenciana, Juan Roig.
Concretamente, los militares a los que se pudo ver forman parte de la Brigada Almogávares de Paracaidistas (BRIPAC) y a las Fuerzas Aeromóviles (FAMET) de la rama de Tierra de las Fuerzas Armadas. Están alojados en Alquería del Basket, el principal centro deportivo de la cantera del Valencia Basket.
Para nadie pasó desapercibido y el momento emotivo llegó cuando, sin estar planeado y como fruto del sentimiento común de agradecimiento que sienten los vecinos de la región valenciana, el público se puso en pie para aplaudir sonadamente a las unidades militares que ayudan en el proceso de recuperación tras la gota fría.
Una ovación que no dejó a nadie indiferente. El Ejército de Tierra reivindicó lo "grandes" que han demostrado que son tanto el club valenciano como sus seguidores. "Es lo mejor que pueden recibir nuestro soldados", señaló en su cuenta de Twitter oficial.
La Liga Endesa, por su parte, en esta misma red social, también lo compartió por lo humano de la ovación y como óbice para reivindicar que "el deporte es la cosa más importante de las cosas menos importantes, pero, a veces, nos deja momentos así".
