El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió que irá hasta el límite de la legalidad para deportar a migrantes irregulares.
En entrevista con la revista Time, después de haber sido nombrado la persona del año por la publicación, adelantó que ordenará a las agencias policiales (y potencialmente al Ejército) que se embarquen en una operación de deportación masiva.
Esto lo hará con el objetivo de sacar del país a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Al ser cuestionado sobre qué hará si el Ejército se niega a cumplir esas órdenes, sostuvo que “sólo haré lo que la ley permite, pero llegaré al nivel máximo de lo que la ley permite”.
Antes, la revista le recordó que la ley Posse Comitatus prohíbe el despliegue de militares contra civiles.
Sin embargo, el presidente electo aseveró que está dispuesto a reclutar militares para arrestar y deportar a inmigrantes. “No detiene a los militares si se trata de una invasión de nuestro país”, sentenció.
Por otro lado, Trump le dijo a la revista que no planea restaurar la política de separar a los niños de sus familias para disuadir los cruces fronterizos. Sin embargo, tampoco lo descartó. “No creo que sea necesario, porque enviaremos a toda la familia de vuelta”, afirmó y agregó que “preferiría deportarlos juntos”.
Esta idea ya la planteó antes, cuando, en entrevista con NBC News, dejó ver que en cuanto llegue a la Casa Blanca buscará deportar a familias completas de migrantes, esto con el propósito de “no separarlos”.
Ahora, en esta nueva conversación, Trump insistió en el tema, además de que regresó a su promesa de reforzar la frontera de Estados Unidos con México a través de una serie de órdenes ejecutivas.
Por otra parte, el próximo zar fronterizo, Tom Homan, le dijo a Time que “no se está trabajando en ninguna política para separar a las familias”. Pero también deja abierta la posibilidad de que los niños vuelvan a ser separados de sus padres. “No se puede decir no va a suceder”, dijo.
Al respecto, la publicación apuntó que para una operación de deportación masiva de esta escala, los asesores de Trump planean construir más centros de detención para retener a los inmigrantes hasta que puedan ser deportados a sus países de origen.
Este tema aún está pendiente, ya que requiere de una negociación con los países de origen para recibir de regreso a sus ciudadanos.
A su vez, Trump sostuvo que utilizará el acceso al mercado estadounidense como palanca para obligar a los gobiernos extranjeros a cooperar. “Los llevaré a todos los países o no haremos negocios con esos países”.
Por otro lado, Time dejó ver que existe una seria preocupación por el nombramiento de Robert F. Kennedy como el siguiente secretario del Departamento de Salud.
Donald Kettl, experto en administración gubernamental y exdecano de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Maryland, le dijo a la revista que los estadounidenses no están preparados para el segundo mandato de Trump.
Kettl hizo especial énfasis en los posibles cambios por una “revisión de las vacunas infantiles de rutina, mismas que Kennedy vinculó falsamente con el autismo, a pesar de la evidencia científica de lo contrario”.