Más de 30 años después de su estreno, la casa de “Mi pobre angelito” continúa siendo un destino turístico popular, especialmente durante la temporada navideña en los Estados Unidos. Por ese motivo, la policía norteamericana refuerza la custodia en sus alrededores para controlar la multitud y prevenir incidentes. En el siguiente artículo te contamos todos los detalles.
Ubicada en el exclusivo vecindario de Winnetka, Illinois, la propiedad se ha convertido en un lugar de culto para los fanáticos de la película. A pesar de su valor simbólico, la casa enfrenta retos logísticos y de seguridad que han llevado a las autoridades a implementar medidas especiales.
La casa, que sirvió como escenario central de las peripecias de Kevin McAllister, ha quedado grabada en la memoria colectiva de generaciones. Aunque muchas escenas interiores se filmaron en un set, la fachada de la casa es uno de los elementos más recordados de la película. Cada diciembre, miles de turistas llegan para recrear la icónica imagen de Kevin mirando a través de la ventana.
El fenómeno de “Mi pobre angelito” ha generado tanto entusiasmo como problemas logísticos en la comunidad local. La afluencia masiva de visitantes ha llevado a las autoridades a establecer medidas de seguridad especiales, con el objetivo de mantener el orden y proteger tanto la propiedad como la tranquilidad de los vecinos.
La Policía del Estado de Illinois refuerza la custodia policial en los alrededores de la casa cada año, especialmente durante las fiestas. El subjefe de policía de Winnetka, Dylan Majcher, ha confirmado que es necesario asignar más agentes para gestionar el incremento de turistas. La custodia no solo busca evitar vandalismo, sino también controlar el comportamiento de los fanáticos que, en ocasiones, se acercan demasiado a la propiedad.
Los residentes de Winnetka han expresado su preocupación por el impacto del turismo masivo en su calidad de vida. El aumento en el tráfico y la falta de estacionamiento son algunos de los inconvenientes que enfrentan durante la temporada alta. Aunque muchos comprenden la importancia cultural de la casa, la invasión de turistas ha generado tensiones en la comunidad.
Para garantizar la seguridad de turistas y residentes, la policía ha implementado medidas más estrictas en los últimos años. Además del refuerzo de la presencia policial, se han establecido barreras y señales para controlar el flujo de personas. El operativo incluye patrullajes regulares y monitoreo de actividades cercanas a la propiedad.
Un episodio que atrajo aún más atención mediática fue cuando, en 2011, los propietarios ofrecieron la casa en alquiler temporal a través de Airbnb. Aunque generó un gran interés, la experiencia no estuvo exenta de controversias, ya que las quejas de los vecinos sobre el comportamiento de los inquilinos llevaron a la cancelación de la oferta.
A pesar de las medidas de seguridad, la casa de “Mi pobre angelito” sigue siendo un símbolo de la película y un lugar visitado por miles de turistas cada diciembre. La importancia cultural de la propiedad es indiscutible, pero el impacto en la comunidad local y los desafíos derivados del turismo masivo demuestran que la fama de la casa conlleva complicaciones.
En el futuro, será necesario encontrar un equilibrio entre preservar la magia de la película y garantizar la tranquilidad y seguridad del vecindario. La custodia policial y las medidas de control son esenciales para mantener el orden en un lugar que, más de tres décadas después, sigue siendo un emblema de las fiestas navideñas.