Una reactivación del debate previsional generó el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, quien tras abrirse a la posibilidad de que un 0,5% de la cotización adicional vaya a reparto, se desdijo de sus palabras por las presiones del Partido Republicano y volvió a señalar que su colectividad no está dispuesta a ceder en materia de pensiones.
Todo esto, a solo un par de semanas del 31 de enero: el plazo acordado entre el Gobierno y el Congreso para que la reforma previsional sea despachada del Senado y pase a su tercer trámite constitucional.
En ese contexto, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con el economista e investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, quien afirmó que “la discusión de la reforma previsional, da cuenta de la profunda crisis que atraviesa el sistema político en su conjunto”.
“Al parecer, no está en estos momentos sobre la mesa el hecho de que más del 70% de las pensiones en Chile están por debajo del salario mínimo, incluyendo el aporte de la PGU. Así y todo, más del 70% de las pensiones está por debajo del salario mínimo y para aquellas personas que cotizaron en torno a 40 años, el sistema de cuentas individuales está entregando una tasa de reemplazo menor a un tercio del salario que ganaban como promedio los últimos diez años. El sistema de cuentas individuales ha sido un fracaso y va a ser un fracaso aunque aumente la cotización a cuentas individuales”, estimó.
En esa misma línea, el economista aseguró que existe “un grupo de la población que está vinculada con las AFP y que solamente se quedan en esta discusión de trinchera de que no haya ningún puntito a seguridad social”. Consultado, justamente, sobre la posibilidad de que no exista una reforma previsional, Kremerman proyectó que en ese caso, “las pensiones van a seguir siendo exiguas”.
De acuerdo al economista, la incorporación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) hizo olvidar a algunas personas el problema de las bajas pensiones, “pero es cosa de mirar, por ejemplo, una encuesta que salió recientemente sobre la salud de la población y en particular de los adultos mayores en Chile, que da cuenta que cerca de un tercio de las personas de 65 años o más tiene un problema para nutrirse adecuadamente y lo que se deduce es que una de las causas podría ser las bajas pensiones”.
“En definitiva, se naturalizó el hecho de que el techo de tener una pensión adecuada es la línea de la pobreza, que hoy día está en 236 mil pesos para un hogar de una persona y la PGU ni siquiera supera ese techo, porque está en 214 mil”, acusó.
Kremerman además se adelantó al eventual escenario de que haya una reforma, pero que en ella se ceda completamente a los planteamientos de la oposición y se destinen los seis puntos de cotización adicionales a cuentas individuales.
Según el investigador, esto no vendría a mejorar las jubilaciones, principalmente porque los niveles de rentabilidad de los fondos de pensiones están cada vez más bajos.
“Supongamos, conservadoramente, que se mantienen los niveles de la última década, que son mucho más bajos que los de la década de los 80 y los 90. En ese sentido, cotizando 16% y jubilándose en 40 años más, lo más probable es que la tasa de reemplazo que saquen las personas en el 2070 sea más baja de las que sacaron las personas que se jubilaron el año pasado”, dijo.
A juicio de Kremerman, los únicos beneficiados con una reforma de ese tipo sería los dueños de las AFP y los grandes grupos económicos. “Ellos sí se benefician de mayor cotización porque esos recursos van a invertirse en esa línea, pero lamentablemente para los pensionados va a ser una nueva promesa incumplida”, indicó.
En tanto, requerido sobre lo que se tendría que hacer para subir las pensiones de los jubilados, el economista señaló que todo el 6% adicional debería irse a un sistema de reparto. Sin embargo, advirtió que aún así “Chile sería una anomalía a nivel mundial”.
“De esa forma, nuestro país tendría un sistema mixto hegemónicamente de cuentas individuales y eso es muy extraño de ver en otras partes del mundo. En los sistemas mixtos la mayoría de la cotización va a seguridad social. Entonces, acá al parecer se está negociando en una lógica de pedirle perdón y disculpas al sector financiero, a las AFP y a los grupos políticos que representan esos intereses. No hay una propuesta clara de conformar un sistema de seguridad social”, lamentó.