El crimen del asesinato del CEO de UnitedHealthCare, Brian Thompson, por un disparo ocurrido en las calles de Nueva York, ya tiene a uno de los principales sospechosos arrestado por las fuerzas de seguridad en Estados Unidos: se trata de Luigi Mangione, joven de 26 años que, a raíz de su ejecución a sangre fría, ha conseguido aduladores en redes sociales.
Todo sucedió hace una semana, durante los primeros días de diciembre, cuando Mangione presuntamente abatió a Thompson a las puertas del hotel Hilton Midtown en Nueva York, antes de las siete de la mañana hora local, cuando este se disponía a atender a una reunión de inversores de una de las mayores aseguradoras de Estados Unidos.
Una vez realizado el crimen, se inició un dispositivo de búsqueda, que dio como primer resultado el descubrimiento de su mochila en Central Park, así como había llegado a la "Gran Manzana" desde Atlanta en autobús y usando una identificación falsa para hospedarse en un establecimiento.
A inicios de semana, Mangione fue arrestado en la ciudad de Altoona (Pensilvania) tras ser identificado, supuestamente, por una persona de un establecimiento de la franquicia McDonald's, quien reconoció al sospechoso por las fotos publicadas en los medios y llamó para dar la información.
Posteriormente a su detención, fue presentado ante un juez del estado de Pensilvania para iniciar su extradición hacia Nueva York, mostando una actitud agresiva: “¡Esto está completamente fuera de lugar y es un insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense y a su experiencia de vida!”, manifestó el detenido, quien se declaró inocente del suceso. Asimismo, las fuerzas de seguridad encontraron un cuaderno donde especificaba sus planes.
Para motivar la participación ciudadana en la búsqueda del autor del asesinato de Thompson, el Departamento de Policía de Nueva York ofreció una recompensa de 10.000 dólares para todo aquel que tuviera información relevante acerca del sospechoso buscado. Posteriormente, el FBI se unió a las labores de búsqueda, añadiendo 50.000 dólares adicionales, quedando la recompensa total en 60.000 dólares de dos cuerpos de seguridad distintos.
Teóricamente, este montante iría para aquel que dio la pista decisiva para el arresto de Mangione, pero esto puede complicarse hasta el punto de que podría darse el caso de que no la recibiera, debido a versiones conflictivas y cuestiones técnicas que deben cumplirse.
Para poder cobrar su recompensa, hay que seguir una serie de normas y especificaciones, según el cuerpo involucrado en el caso: en el caso del FBI, se requiere que la pista dada acabe con la detención y la condena del sospechoso. Esto quiere decir que, debido al proceso judicial vigente con Mangione, la recepción del dinero puede postergarse.
Por si fuera poco, para cobrar la recompensa del FBI, es necesario obtener la aprobación de varias estancias, como el Departamento del Defensa o altos cargos del propio FBI, y después de eso que el Secretario de Estado apruebe y firma dicho cobro. Asimismo, el Departamento de Policía de Nueva York también tiene un requerimiento más específico para cobrar su recompensa.
Concretamente, que la pista sea dada al programa Crime Stoppers, que cuenta con una línea de teléfono propia para todos aquellos que quieran dar información sobre un crimen. En este caso, la pista fue dada por el testigo al 911, en vez de a este programa.
Asimismo, no existe consenso de si el testigo se trataba de un trabajador del McDonald's de Altoona o un cliente, por lo que no quedaría claro quién tendría derecho a reclamar la recompensa.
