La delincuencia sigue haciendo estragos en Lima, a pesar de las medidas como el estado de emergencia. Esta vez, los criminales atacaron a un colectivero que trabaja en la avenida México, en La Victoria, incendiando su camioneta estacionada frente a su casa en Surquillo.
Según las primeras hipótesis, este atentado podría estar relacionado con el cobro de cupos que afecta especialmente a los colectiveros de esta zona de La Victoria, donde ya se había producido otro incidente que buscaba amedrentar a los choferes que realizan el oficio al lanzar un explosivo a una motocicleta estacionada en las afueras de la agencia de transportes interprovincial “Perú Bus”, ubicada entre las avenidas México y Manco Cápac. Este no fue el primer ataque que sufren estos conductores, ya que anteriormente golpearon con un bate de béisbol sus vehículos y luego les dispararon, hasta antes del explosivo lanzado a fines de noviembre. Estos extorsionadores les exigen el pago de 10 mil soles mensuales para no atentar contra su vida.
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Alertados por la emergencia, hasta el lugar del suceso llegaron los bomberos para controlar el siniestro, pero el vehículo quedó completamente destruido e inservible. El conductor afectado presentó la denuncia en la comisaría local, aunque expresó su preocupación por posibles nuevos ataques.
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Consultada por la prensa, una de las familiares del colectivero dijo "no saber nada" de amenazas extorsivas y que a su casa nunca llegó ningún mensaje. "Quien debe saber es mi pariente, que aún no regresa de la comisaría", señaló la mujer. Se dio a conocer también que los autores de estos actos delictivos serían los integrantes de una presunta banda criminal denominada "Los mexicanos de Barrios Altos", apelativo que respondería a que los sujetos utilizan el código de México para llamar y enviar mensajes a sus víctimas, detalle que ya conoce la Policía para seguir a estos delincuentes. Los malhechores también tienen acceso a los datos de los familiares directos de las personas a las que extorsionan, a las cuales les envían sus nombres completos, número de DNI y hasta dirección con la finalidad de amedrentarlos.
