El Valle de Arán es una de las comarcas más espectaculares de toda España, y es que esta región de la provincia de Lleida, en esa parte de Cataluña en la que los Pirineos dominan todo el entorno, está repleta de espacios naturales impresionantes y de pequeñas localidades en las que la arquitectura románica es la gran protagonista. Eso sí, además de pueblos como Bosost o Vielha y la estación de Baqueira-Beret, también hay muchas joyas desconocidas que se pueden visitar.
Uno de los secretos mejor guardados de todo el entorno es Aran Park, un santuario de animales situado en el corazón de esta preciosa zona de los Pirineos que puede recordar mucho a Cabácerno, en Cantabria. Esta reserva de fauna cuenta con numerosas especies de animales y es una gran opción para complementar la sublime escapada por el Valle de Arán y conocer un poco más acerca de este apasionante rincón catalán.
En este impresionante santuario, los animales viven en semi-libertad, y en el podrás encontrar todo tipo de fauna que habita en los ecosistemas de los Pirineos, desde depredadores como osos pardos y varios tipos de lobos hasta especímenes de un tamaño menor, como marmotas, turones, o nutrias, pasando por ciervos, alces, buitres, linces o corzos, entre muchos otros. En total, podrás ver una quincena de especies en esta espectacular reserva.
Aran Park ocupa una extensión de unas 20 hectáreas, como se puede leer en su página web, y recorrer sus caminos asfaltados mientras se contemplan los animales y la vasta vegetación boscosa en la que habitan se completa en unas dos horas. Eso sí, a mitad de camino podrás reponer fuerzas en la zona de picnic que hay en el parque, así como interactuar con algunas especies en su pequeña granja. Además, es accesible con carritos de bebé, por lo que toda la familia puede disfrutar de ella.
Sin duda, esta reserva es una excursión magnífica para los amantes de los animales que hagan una escapada al extraordinario Valle de Arán. Eso sí, tendrás que esperarte hasta el 2025, ya que el santuario abre todos los días desde el mes de marzo hasta noviembre. El precio de la entrada es 16 euros, mientras que los pequeños hasta 12 años pagan 12 euros. Su horario es de 9:00 a 18:00 horas, aunque en julio y agosto se extiende hasta las 19 horas.
La localidad más cercana a Aran Park es la de Bosost, y solo hace falta recorrer las cerradas curvas de la carretera N-141 para llegar al santuario. A pesar de estar a solo seis kilómetros, se tardan apenas unos diez minutos en llegar desde el pueblo a la reserva, que además es uno de los últimos lugares que hay antes de llegar a la frontera entre España y Francia.
