Los insurgentes sirios, conformados entre grupos rebeldes, opositores al gobierno extinto de Al Assad y yihadistas de diversa índole, han oficializado a Mohamed al Bashir como jefe de la transición tras más de medio siglo entre el gobierno baazista y el rebelde.
Así se anunció tras el acuerdo alcanzado entre el líder islamista de la conglomeración rebelde, Ahmed al Charaa (más conocido como Abu Mohamed al Jolani) y el ex primer ministro sirio Mohamed Ghazi al Jalali hace algunos días, tras la caída de Al Assad el pasado domingo, con la incursión relámpago rebelde en Damasco.
Con ello, se puso fin a 13 años de disputa armada civil en Siria, cuando se extendió el fenómeno de la "Primavera árabe" en el país, quedando entonces dividido entre los territorios pro-gubernamentales y el de los rebeldes islamistas, con idas y venidas de ambos bandos del conflicto.
Hasta principios de este mes, cuando el bando baazista colapsó, perdiendo una ciudad importante tras otra. La capacidad de reacción gubernamental fue nula, ya que apenas hubo resistencia y los efectivos del ejército sirio se retiraron, presumiblemente por orden de los oficiales superiores.
Por ello, el hasta ahora mandatario sirio, Bashar al Assad, abandonó el país junto con su familia, estando en estos momentos en la capital rusa, Moscú. Por ello, fue el mencionado al Jalali el encargado de negociar con los rebeldes el traspado de poder, cayendo la responsabilidad ahora en al Bashir.
Nacido en el que fuera el bastión rebelde durante la guerra civil, Idlib, en 1983, Mohamed al Bashir se graduó como ingeniero eléctrico en la Universidad de Aleppo en el año 2007 y, años después, en la ley islámica (conocida como Sharía). En su currículum asegura que trabajó en la Compañía Siria de Gas, concretamente en el departamento de instrumentos de precisión.
Posteriormente, y con el inicio de la "Primavera Árabe" en 2011, al Bashir dio el salto a la política de la mano del Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sahm o HTS), concretamente en su rama del Gobierno de Salvación, que en la práctica trabajaba como. En primer lugar, estuvo como ministro de Desarrollo y Asuntos Humanitarios bajo el mandato de Ali Keda, cabeza de la administración de este organismo en Idlib.
No fue hasta el pasado mes de enero que al Bashir se convirtió en el jefe del mencionado Gobierno de Salvación, y desde entonces ha hecho frente a diferentes protestas contra al Jolani, en la que se pedían desde reformas económicas en la región de Idlib hasta el fin de las violaciones de los derechos humanos. Posteriormente, se realizaron enfrentamientos entre las fuerzas de HTS y la población civil.
Al Bashir, por su parte, emitió un decreto de amnistía general, según informó la agencia EFE, a todos aquellos autores de delitos que mostraron una buena conducta para apaciguar las protestas.