La Nueva Carretera Central es un proyecto de infraestructura que promete revolucionar la conectividad entre Lima y Junín, y reducirá el tiempo de viaje a solo dos horas y media. Con una inversión que supera los 24.000 millones de soles, esta obra se perfila como una de las más complejas en la historia del país.
Con una extensión de 185 kilómetros, la autopista contará con túneles, viaductos elevados y un separador central, lo que no solo mejorará el transporte de pasajeros y mercancías, sino que también impulsará la economía nacional.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, ha subrayado la importancia de esta obra, que no solo representa un avance en infraestructura, sino que también enfrenta desafíos significativos en ingeniería. La colaboración internacional y la participación de empresas de diversos países serán clave para su éxito.
La Nueva Carretera Central incluirá diversas infraestructuras complejas, tales como:
El impacto económico de la Nueva Carretera Central será significativo. Al facilitar un transporte más seguro y eficiente, se espera que reduzca los costos logísticos y mejore la conexión con importantes infraestructuras como el aeropuerto y el puerto del Callao, además del futuro puerto de Chancay. Este desarrollo no solo aliviará el tráfico en la actual carretera Central, sino que también abrirá nuevas oportunidades turísticas en regiones como Huarochirí y el Valle del Mantaro.
La obra se proyecta como un motor de desarrollo económico y social, lo que potencia la integración de las regiones que atraviesa con el resto del país. La mejora en la conectividad permitirá un acceso más rápido a mercados y servicios, lo que beneficiará tanto a la población local como a los sectores productivos y turísticos.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), con el apoyo técnico de la Oficina de Gestión de Proyectos (PMO Vías), implementada en colaboración con el gobierno francés, lidera este ambicioso proyecto. En octubre pasado, Raúl Pérez Reyes anunció que en 2025 iniciará los procesos de selección para la fase de obra, con el objetivo de atraer a empresas de más de 24 países interesadas en participar en la construcción.
La magnitud y complejidad del proyecto requerirán la colaboración de múltiples empresas, lo que representa una oportunidad para fortalecer la industria de la construcción en Perú. Con esta iniciativa, el país se posiciona para mejorar significativamente su infraestructura vial, lo que beneficiará a la población y a los sectores productivos y turísticos.