Tras egresar de la universidad, miles de jóvenes en Perú enfrentan un dilema que afecta su futuro. Aunque sueñan con prosperar en su país, la falta de oportunidades económicas y laborales los lleva a mirar hacia el extranjero como única alternativa. Un estudio reciente del Centro de Investigación en Opinión Pública (CIOP) de la Universidad de Piura, liderado por el doctor Fernando Huamán Flores, ha puesto cifras a esta inquietante problemática. Al parecer, el 96% de los universitarios encuestados afirmó que emigrar sería su principal opción si contaran con los medios necesarios.
Estas respuestas reflejarían el anhelo de los jóvenes por alcanzar una mejor calidad de vida. Según la investigación, los destinos más deseados son Europa (52%), seguido de Estados Unidos (15%), América Latina (12%), Canadá (12%) y Asia (5%). Apenas un 4% mostró interés en permanecer en Perú, destacando la magnitud del desafío que enfrenta el país en retener a su capital humano.
Según la investigación del CIOP, este fenómeno se origina en la falta de entornos adecuados en las universidades para el desarrollo profesional, la escasez de empleos bien remunerados y el estancamiento económico. Esta situación no solo impacta a los estudiantes en el presente, sino que también plantea un desafío significativo para el futuro del país. En lugar de aprovechar el talento nacional para impulsar el desarrollo local, este termina fortaleciendo economías extranjeras.
El centralismo en Lima continúa siendo un obstáculo significativo para el desarrollo equitativo de la población. Según el estudio, el 61% de los encuestados buscaría establecerse en la capital para trabajar, incluso si estudiaron en una provincia. En contraste, solo el 15% expresó interés en quedarse en su región de origen, mientras que apenas el 5% consideraría mudarse de Lima a una provincia. Esta concentración de oportunidades en capital peruana intensifica las migraciones internas y limita el crecimiento en otras áreas del país.
“Es un modelo económico centralista. No tenemos nodos de crecimiento económico al interior del país”, indicó Huamán Flores.
El estudio también destaca que la fuga de talentos se está convirtiendo en una tendencia alarmante. En 2024, más de 608 mil peruanos emigraron, muchos de ellos jóvenes entre 18 y 35 años, el mismo grupo que representa a los estudiantes universitarios. Este éxodo no solo priva al país de sus profesionales más prometedores, sino que también perpetúa la dependencia de oportunidades externas en lugar de promover un desarrollo sostenible y descentralizado dentro del Perú.
El desafío para el país radica en transformar estas cifras en un llamado a la acción para crear un entorno más inclusivo y atractivo para los jóvenes talentos, quienes representan el futuro de la nación.