El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, se encuentra en recuperación tras ser sometido a una cirugía de emergencia por una hemorragia intracraneal. El procedimiento, realizado en el Hospital Sirio-Libanés de São Paulo, fue exitoso y no dejó secuelas, según informó su equipo médico. Lula está "estable, conversando con normalidad y alimentándose", aseguró el doctor Roberto Kalil durante una conferencia de prensa.
La intervención fue necesaria luego de que una resonancia magnética detectara el hematoma intracraneal, atribuido a una caída sufrida hace mes y medio. "El cerebro fue descomprimido y las funciones neurológicas se preservaron", explicó el neurocirujano Marcos Stavale. El mandatario permanecerá en observación en la Unidad de Cuidados Intensivos durante las próximas 48 horas.
El origen de la hemorragia cerebral fue un accidente doméstico ocurrido el 19 de octubre, cuando Lula se cayó en el baño de su residencia oficial. Este incidente le ocasionó una herida en la nuca que requirió sutura. Aunque el presidente reanudó su agenda oficial tras unos días de reposo, continuó experimentando molestias, lo que llevó a un diagnóstico tardío del hematoma.
La acumulación de sangre entre el cerebro y la membrana duramadre ocasionó una compresión cerebral. De acuerdo con los médicos, fue un hematoma frontoparietal que, de no haberse tratado a tiempo, podría haber generado complicaciones graves. Tras dos horas de cirugía, los especialistas lograron drenar el sangrado sin comprometer las funciones cerebrales del mandatario.
Lula da Silva ha mantenido un ritmo intenso de trabajo desde que asumió su tercer mandato en enero de 2023. Sin embargo, tras esta intervención, los médicos recomendaron reposo prolongado para garantizar una recuperación completa. El mandatario permanecerá en el hospital hasta la próxima semana, aunque se espera que retome sus actividades gradualmente.
Este incidente llega en un momento crucial para Brasil, ya que Lula se encuentra liderando importantes proyectos políticos y económicos. A pesar de las especulaciones sobre un posible impacto en su futuro político, el presidente ha dejado entrever que, de ser necesario, estará listo para competir en las elecciones de 2026.
A lo largo de su vida, Lula ha enfrentado varios retos de salud, como el cáncer de laringe en 2011, que superó con éxito tras un tratamiento intensivo. En octubre de 2023, fue operado de la cadera para aliviar dolores por artrosis, lo que reforzó su compromiso con el autocuidado. Ahora, tras esta intervención, el presidente reafirma su fortaleza y dedicación al liderazgo de Brasil.
"Estoy bien, fue un accidente grave, pero sin consecuencias delicadas", afirmó Lula anteriormente, mostrando optimismo frente a las adversidades. A pesar de este reciente contratiempo, el mandatario sigue enfocado en sus metas para el país, demostrando que la experiencia y la resiliencia son clave para su Gobierno.