Más de 200 tractores de la provincia de Valladolid y decenas de personas a pie de todas las provincias de Castilla y León están recorriendo en la mañana de este martes las calles de la ciudad del Pisuerga para reclamar precios justos y una normativa «normal» en el sector, ante las medidas que se aplican desde Bruselas y desde el Gobierno central hacia el sector. Con esta protesta, agricultores y ganaderos vuelven a pisar asfalto tras nueve meses de pausa y espera a ver la repercusión de las medidas aprobadas y que no han tenido resultado. Pasadas las 10.30 horas, los tractores han salido del aparcamiento del estadio José Zorrilla en dirección a las Cortes de Castilla y León, la Delegación del Gobierno y la Consejería de Agricultura para entregar un manifiesto que «sigue recogiendo» las mismas reivindicaciones que a principios de este 2024. «Hemos vuelto a salir porque tenemos a todos nuestros compañeros franceses y holandeses en la calle, porque este año no se consiguió nada y vamos a ver si esta es la primera manifestación. Parece que se ha animado bastante la gente y queremos mucho más apoyo», apuntó Gonzalo Martínez, de la Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (Unaspi), organización que ha convocado las protestas, fuera del marco de las organizaciones profesionales agrarias. Martínez aclaró que esta es una «manifestación de los agricultores», pero consideró que «se tenía que unir toda la población, porque como los políticos saquen adelante todas las normas que dicen ecológicas y que son descabelladas, la alimentación y la cesta de la compra va a subir por las nubes. Es una protesta para la gente de la ciudad, para que pueda comer más barato, porque si no, el precio se va a poner incalculable», destacó en declaraciones recogidas por Ical A su juicio, todos los productos de Europa «tienen una sanidad exagerada, frente a lo que se trae de fuera», por lo que prosiguió que con ello no «se puede competir, porque la alimentación de la gente no es segura», reivindicación con la que también lanzó una advertencia por el reciente acuerdo alcanzado por Mercosur, que aún debe ser ratificado por el Parlamento Europeo: «Con este acuerdo nosotros competimos con una mano en la espalda». Ataviados con chalecos amarillos y pancartas sobre los contrapesos de los tractores , la protesta, con la petición a la Subdelegación del Gobierno y con el control de las policías Local y Nacional (a diferencia con algunas de las celebradas a principios de año), el sector primario bajó hacia la Avenida de Salamanca para discurrir posteriormente por la Avenida de Salamanca, donde se provocaron importantes atascos. El agricultor Carlos Duque argumentó que el sector «sigue igual que el año pasado». «Las normativas nos están ahogando, los mercados lo ratifican y desde Europa sólo tenemos lápidas. Nos están lapidando», lamentó. Al respecto, consideró que las administraciones «solo hacen que reírse de nosotros», cuestión que personalizó en el ministro de Agricultura, Luis Planas, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Tras las protestas de los primeros meses de 2024, las administraciones y las «clases políticas del país» trasladaron «buenas palabras», pero «ellos son los que sobran, los políticos, y lo que faltan son actos». «Ya estamos muy cansados y este año va a ser complicado», aseguró, para vaticinar «muchas manifestaciones» en un marco, dijo, de unión. «Nos ha costado, pero estamos unidos y prevemos que esta sea la primera de muchas manifestaciones más», manifestó, en declaraciones recogidas por Ical. Duque recordó que en estos últimos meses «han ocurrido muchas cosas en el campo», pero «la clase política ha hecho lo mismo que el año pasado, nada». Así, recordó que el Ministerio firmó 43 medidas, secundadas por UPA y Unión de Uniones, «y siguen igual, con palabras y sin hechos». Igualmente, señaló que ahora mismo son varios los palos en las ruedas que se encuentra el sector, como el propio tratado con Mercosur, la «falta de rentabilidad», unos insumos «carísimos, por encima de los de años anteriores, las leyes de sanidad animal, el cuaderno digital...» Es una competencia desleal, porque en Mercosur trabajan con semillas que son transgénicas, con unos costes mucho más bajos, pero eso parece que a la clase política no le importa. Es lo que está pasando con Ucrania, donde cambiamos balas que van para allá por materia prima, por cereales, que vienen», alertó. Duque puso como ejemplo un kilo de garbanzos, que se está pagando a 0,55 euros «en el mejor de los casos» al productor, cuando en el supermercado oscila entre 1,5 y tres euros de media». «Tenemos que ir a quemar el Congreso de Diputados. Esa gente nos está lapidando, como en Europa. Esta gente va a conseguir lo que ellos quieren, que España sea la luz de Europa, que produzcamos luz para todos, con placas fotovoltaicas, porque el campo está bonito cuando hay cereales, pero cuando hay placas…», concluyó.