El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Guideon Saar, confirmó el lunes que Israel había atacado el domingo en Siria supuestos emplazamientos de armas químicas y también almacenes y fábricas de misiles de largo alcance.
Saar subrayó en una rueda de prensa para medios extranjeros que Israel está actuando como medida de precaución y que “el único interés que tenemos es la seguridad de Israel y sus ciudadanos”, después de que el ex presidente de Siria, Bachar al Asad, fuera expulsado del poder por una amalgama de grupos islamistas tras tan solo 10 días de levantamiento. “Por eso atacamos los sistemas de armas estratégicas, como, por ejemplo, las armas químicas restantes o los misiles y cohetes de largo alcance, para que no caigan en manos de extremistas”, añadió.
La declaración de Saar sucedía un día después de que el Ejército israelí recibiera la orden de capturar el lado sirio del estratégico Monte Hermón, en los Altos del Golán. Parte de la zona capturada está dentro de la zona de amortiguación entre ambos países que existe desde la década de 1970, y otra parte está en territorio sirio.
La portavocía del Ejército destacó que esta medida era temporal, pero también reconoció que las tropas probablemente permanecerían dentro del territorio sirio en el futuro próximo. El movimiento provocó la cólera de Egipto.
Siria aceptó renunciar a su arsenal de armas químicas en 2013, después de que el gobierno de Bashar al Asad fuera acusado de usarlas contra su población civil cerca de Damasco, matando a cientos, niños, ancianos, jóvenes, hombres, mujeres, animales... Sin embargo, se cree que el régimen conservó algunas de las armas y, de hecho, fue acusado de volver a utilizarlas en los años siguientes.
Israel ha llevado a cabo múltiples de ataques aéreos en Siria en los últimos años, dirigidos contra lo que argumenta son instalaciones militares relacionadas con Irán y Hizbulá. Sin embargo, los oficiales israelíes rara vez han hecho comentarios sobre ataques particulares.
Y si no fuera por una decisión del e primer ministro Ehud Olmert, quien ordenó el bombardeo de una planta nuclear en Siria en septiembre de 2007, Israel tendría mucho más de lo que preocuparse ahora.
Según un alto mando de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques aéreos en Siria continuarán en los próximos días.
El ambiente en Israel es de cierta euforia y preparativos para un posible caos tras la caída vertiginosa del régimen Asad.
El domingo, miembros de la unidad de élite Shaldag de la Fuerza Aérea israelí atacaron la montaña, que tiene un pico de 2.814 metros sobre el nivel del mar, sin encontrar resistencia por parte del ejército sirio.
La altitud de la montaña la convierte en una posición estratégica desde donde las tropas israelíes vigilar mejor la zona fronteriza.
El lunes por la mañana, el ministro de Defensa, Israel Katz, comunicó que había ordenado a las tropas que completaran su toma de control de la zona de amortiguación, un día después de que el ejército comenzara su despliegue allí.
El ejército israelí informó que el despliegue se estaba llevando a cabo en coordinación con la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), encargada de la zona de amortiguación. Los miembros de la FNUOS permanecieron en sus posiciones.
La zona de separación desmilitarizada de 235 kilómetros cuadrados se estableció en el Acuerdo de Separación de 1974 entre Israel y Siria, que puso fin a la Guerra de Yom Kipur, y ha estado ocupada durante décadas por fuerzas de paz de la ONU. Sin embargo, Israel dijo el domingo que con la caída del régimen de Asad, consideraba que el acuerdo era nulo hasta que se restableciera el orden en Siria.
Estados Unidos también está aprovechando la nueva realidad en Siria, y en las últimas horas ha llevado a cabo docenas de ataques contra objetivos del Estado Islámico en el centro del país.
Si bien la caída de Asad eliminó un bastión desde el cual el archienemigo de Israel, Irán, había ejercido influencia en la región, el avance relámpago de un grupo dispar de fuerzas rebeldes con raíces en la ideología islamista de Al Qaeda plantea riesgos difíciles de predecir.
Israel también ha enviado advertencias a las fuerzas rebeldes en el sur de Siria para que no se acerquen a la zona de amortiguación. El sábado, tropas israelíes intervinieron con fuego de artillería para repeler a hombres armados no identificados que intentaron atacar un puesto de la ONU cerca de la ciudad fronteriza siria de Hader.
Además, Katz dio instrucciones a los militares para que establezcan contactos con la comunidad drusa y otras poblaciones del sur de Siria. Muchos miembros de la comunidad drusa del lado israelí de los Altos del Golán tienen familiares en Siria.
Katz agregó dijo que había ordenado a las FDI que “previnieran y frustraran de inmediato la reanudación de la ruta de contrabando de armas desde Irán al Líbano a través de Siria, en territorio sirio y en los puntos de cruce fronterizos”.
Mientras, el primer ministro insiste en que todo esto está sucediendo porque desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, Israel ha estado trabajando de manera “sistemática, mesurada y organizada” para desmantelar el eje iraní.
“Irán ha creado una ruta terrorista desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Mediterráneo, desde Irán hasta Irak, Irak hasta Siria, Siria hasta el Líbano. En el sur han armado a Hamás. Más al sur, a los hutíes, a los que también hemos golpeado duramente”, afirmó Netanyahu.
“El eje todavía no ha desaparecido”, continuó, “pero, como prometí, estamos transformando el rostro de Oriente Medio”.
“Quien coopera con nosotros”, afirmó, “obtiene grandes beneficios. Quien nos ataca, pierde mucho”.