En la década de 1980, una superserpiente comenzó a invadir los humedales de los Everglades, en Florida, Estados Unidos, tras ser liberada o escapar de cautiverio. La especie invasora, originaria de Asia, creció en número y se convirtió en una amenaza real para la fauna local.
La situación empeoró tras el huracán Andrew en 1992, cuando la liberación masiva de serpientes aceleró la invasión. Desde entonces, se tuvo que combatir este depredador que alteraba el equilibrio natural de la región.
A continuación, te contamos cómo se controló la invasión de la superserpiente para proteger el ecosistema de los Everglades.
La pitón de Birmania (Python bivittatus) es la especie responsable de la invasión que alteró gravemente el ecosistema de Florida.
Originaria del sudeste asiático, esta serpiente se introdujo en Estados Unidos, inicialmente por la liberación ilegal de ejemplares por parte de dueños que no pudieron controlarlos.
Con el tiempo, la especie encontró en los humedales de los Everglades un hábitat perfecto para su reproducción. Allí se multiplicó rápidamente y se volvió una amenaza para la fauna local.
A continuación, se detallan las principales características de la pitón de Birmania que la convierten en una especie invasora peligrosa:
Estas características permiten que esta especie se adapte fácilmente a diferentes entornos, reproduciéndose de forma acelerada y desplazando a las especies autóctonas.
La invasión de la pitón de Birmania en los humedales de Florida obligó a las autoridades y especialistas a tomar acciones inmediatas para evitar una catástrofe ecológica aún mayor.
Para frenar su crecimiento, se implementó en 2017 un programa de eliminación que unió esfuerzos de conservacionistas y cazadores.
Como resultado, se capturaron más de dos mil ejemplares hasta 2019. Una de las tácticas más exitosas en la lucha contra la invasión fue la "técnica de Judas", que consistió en colocar transmisores en pitones macho para seguir a las hembras reproductivas.
Este método permitió localizar y eliminar a las pitones antes de que pudieran poner sus huevos, un paso crucial para frenar la propagación de la especie.
El análisis genético realizado por los científicos reveló que algunas pitones eran híbridas con la pitón de la India, lo que les permitía adaptarse a climas más fríos, lo que aumenta el riesgo de expansión fuera de los Everglades.
Esta característica, sumada a avistamientos en los Cayos de la Florida, dejó abierta la posibilidad de que la invasión se extendiera a otras regiones del país, lo que complica aún más el trabajo de las autoridades y especialistas.
Las características de la pitón de Birmania la convierten en una especie particularmente peligrosa para el ecosistema de Florida.
Este reptil, que puede llegar a medir hasta 6 metros de largo y pesar 90 kilogramos, se alimenta de una amplia variedad de animales, desde pequeños mamíferos hasta presas más grandes, como ciervos.
Además, su capacidad de adaptación a diferentes hábitats, desde los humedales cálidos hasta áreas más secas, está facilitando su expansión.
Cada hembra puede poner entre 50 y 100 huevos por camada, lo que permite una reproducción rápida y difícil de controlar. Como resultado, la especie desplazó a animales autóctonos, alterando las cadenas alimenticias y reduciendo la diversidad biológica en los Everglades.