Con el objetivo de mejorar la seguridad y la experiencia de los viajeros, las autoridades estadounidenses han anunciado la adopción de un marco regulatorio unificado que equiparará las normativas locales con las de Europa. Esta medida busca estandarizar las dimensiones y el peso del equipaje permitido en cabina, acabando con la confusión que han generado las políticas dispares entre aerolíneas.
La nueva normativa establece que los equipajes de mano deberán tener dimensiones comprendidas entre 55 cm x 35 cm x 20 cm y 56 cm x 45 cm x 25 cm, con un peso máximo de entre 7 y 10 kg. Además, se prohíbe a las aerolíneas cobrar por estos equipajes de forma adicional, garantizando que estén incluidos en el precio del billete. Con estas reglas, se pretende reducir los conflictos en los controles de seguridad y mejorar el aprovechamiento del espacio en los compartimentos de cabina.
La unificación de criterios entre ambos continentes no solo facilita el tránsito internacional, sino que también elimina la incertidumbre para los viajeros, que ya no deberán adaptarse a reglas distintas dependiendo de su destino. En el ámbito de la seguridad, la estandarización permitirá a los inspectores trabajar con mayor eficiencia, reduciendo errores y agilizando los procesos de control.
Si bien se han definido nuevas normas para el tamaño y peso del equipaje, las restricciones sobre los objetos permitidos en cabina seguirán vigentes. Los pasajeros no podrán transportar objetos peligrosos, como cuchillos, tijeras grandes, líquidos en envases superiores a 100 ml o sustancias inflamables. Este aspecto es innegociable, ya que sigue siendo una prioridad garantizar la seguridad a bordo de los vuelos.
Aunque la normativa promete beneficios a largo plazo, su aplicación podría ser compleja en el corto plazo. Las aerolíneas tendrán que modificar sus procedimientos internos y formar al personal para cumplir con los nuevos estándares. Asimismo, será necesario coordinar esfuerzos entre las autoridades de aviación de Estados Unidos y Europa para garantizar una transición fluida y evitar conflictos en vuelos internacionales.