En un esfuerzo por reforzar su defensa nacional y modernizar su equipamiento militar, un país de Sudamérica se prepara para incorporar los tanques K2 Black Panther, considerados entre los más avanzados del mundo. Este ambicioso proyecto, fruto de un acuerdo con la empresa surcoreana Hyundai Rotem, busca reemplazar los veteranos tanques T-55, en uso desde la década de 1970.
El convenio incluye no solo la adquisición de estos vehículos de combate, sino también transferencia tecnológica, capacitación para el personal militar y apoyo logístico. Esta nación apuesta por estar a la altura de los desafíos geopolíticos actuales y garantizar la soberanía e integridad territorial del país con herramientas modernas gracias a la cooperación internacional con Corea del Sur.
Perú será el primer país de Sudamérica en operar los tanques K2 Black Panther, un modelo de última generación que combina tecnología avanzada, movilidad y capacidad de supervivencia en el campo de batalla. La inversión en este equipo se alinea con la estrategia de modernización bélica en Sudamérica, posicionando al ejército peruano entre los más preparados de la región.
Los K2 reemplazarán a más de 300 unidades T-55, cuya tecnología quedó rezagada frente a los avances de sus vecinos. Según el Ministerio de Defensa, el costo aproximado por unidad es de 8,5 millones de dólares. Este modelo, desarrollado por Hyundai Rotem, se destaca no solo por su potencia, sino también por su versatilidad para operar en terrenos desafiantes, un requisito indispensable en la diversa geografía peruana.
El K2 Black Panther es una verdadera joya tecnológica. Con un cañón de 120 mm compatible con municiones estándar de la OTAN, este tanque puede disparar hasta 10 proyectiles por minuto gracias a su sistema de carga automática. Además, su sistema de munición inteligente KSTAM le permite atacar puntos vulnerables desde la parte superior, optimizando la ofensiva.
Su motor diésel de 1,500 caballos de fuerza le otorga velocidades de hasta 70 km/h en carretera y 50 km/h en terrenos irregulares, con una autonomía de 450 kilómetros. El blindaje compuesto modular y el sistema de protección activa (APS) le brindan una defensa excepcional contra amenazas modernas, como misiles guiados y proyectiles antitanque.
La suspensión hidroneumática ajustable facilita su desempeño en cualquier tipo de terreno, desde desiertos hasta montañas. Además, tiene capacidad anfibia, pudiendo vadear ríos de hasta 4,1 metros de profundidad, un atributo clave para operar en el entorno peruano.
El acuerdo entre Perú y Corea del Sur refuerza una relación diplomática que este año celebra seis décadas de cooperación. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, expresó en una carta enviada a la presidenta Dina Boluarte que este proyecto marca un hito en las relaciones bilaterales.
Hyundai Rotem también contempla la posibilidad de que Perú se convierta en un centro estratégico para la distribución de vehículos blindados en América Latina, una iniciativa que podría fortalecer aún más el liderazgo regional del país en tecnología militar avanzada.