Frente al urgente reto del calentamiento global, que exige medidas inmediatas para mitigar las emisiones de carbono, Toyota se consolida como un referente en sostenibilidad. La compañía, con presencia en 173 países, ha diseñado una estrategia integral que busca alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2050. Reconociendo que las necesidades de los mercados varían según sus contextos económicos, sociales y energéticos, Toyota ha optado por diversificar sus tecnologías para ofrecer soluciones adaptadas a cada región.
El lanzamiento del Prius en 1997 marcó un antes y un después en la industria automotriz, introduciendo el concepto de vehículos híbridos y sentando las bases para un futuro más sostenible. Hoy, con más de 63 modelos electrificados y más de 23 millones de unidades vendidas a nivel global, la marca ha logrado evitar la emisión de 176 millones de toneladas de CO₂ a la atmósfera. Este legado demuestra que la innovación y el compromiso ambiental pueden caminar de la mano para enfrentar los desafíos del cambio climático.
Estrategias adaptadas a cada región
Roberto Braun, Director de Comunicaciones y Relaciones Públicas de Toyota do Brasil, destacó durante su visita a Costa Rica que la compañía trabaja no solo en la evolución tecnológica de sus vehículos, sino también en la integración de toda su cadena de valor, desde proveedores hasta distribuidores, para reducir las emisiones de carbono en todos los niveles.
“Costa Rica, con un 98% de energía renovable, demuestra que es posible avanzar hacia la movilidad sostenible de manera integral. Este compromiso nos impulsa a desarrollar soluciones diversificadas adaptadas a las realidades específicas de cada región y comunidad”, expresó Braun.
Un proceso ambientalmente responsable
Toyota se diferencia al garantizar que cada etapa en el ciclo de vida de sus vehículos, desde la fabricación hasta la disposición final, sea amigable con el ambiente. Este compromiso se materializa a través de planes rigurosos que abarcan no solo a los fabricantes, sino también a proveedores y distribuidores. Ejemplos de estas prácticas se encuentran en fábricas como la de Brasil, donde el 100% de la energía utilizada proviene de fuentes limpias y certificadas.
En la actualidad, la demanda de vehículos responde a una amplia variedad de necesidades derivadas de factores económicos, sociales, geográficos y las preferencias particulares de los consumidores. Por ejemplo, en Estados Unidos, el mercado automotriz más grande del mundo, predominan las preferencias por vehículos grandes como pick-ups y SUVs. En contraste, en Europa se valora más el diseño y el estilo de los automóviles, mientras que en Japón existe una inclinación por los modelos más compactos.
A pesar de estas diferencias, en todos los mercados es esencial integrar las últimas innovaciones en tecnología y sostenibilidad, adaptando las características de los vehículos a las expectativas y requerimientos de cada región. Esto refleja cómo la industria automotriz debe equilibrar las demandas locales con los objetivos globales de eficiencia y cuidado ambiental.
Roberto Braun, Director de Comunicaciones y Relaciones Públicas de Toyota do Brasil.
Además, se priorizan en Grupo Purdy, distribuidor oficial de Toyota en Costa Rica prácticas como: la reutilización del agua, la reducción de residuos y el reciclaje de plásticos, fomentando una economía circular. Estas prácticas también se reflejan en las operaciones locales, como la recolección de agua de lluvia para su aprovechamiento y el uso de energías renovables en oficinas y centros operativos.
La visión 2050
Toyota ha establecido un ambicioso objetivo para 2050: lograr la neutralidad de carbono en toda su cadena de valor. Para ello, identifica como clave la colaboración entre gobiernos, el sector privado y la sociedad, a fin de acelerar la transición hacia tecnologías más limpias. Marcelo Affonso, ejecutivo de Toyota, resalta que “el principal desafío radica en aumentar la velocidad de implementación tecnológica y trabajar juntos para lograr una descarbonización más rápida”.
Este enfoque también incluye la introducción de biocombustibles como una alternativa para reducir las emisiones de CO₂, una solución que no solo aplica a vehículos nuevos, sino también a la flota ya existente. Ejemplos como la mezcla de etanol en la gasolina en Brasil o el desarrollo de biometano a partir de residuos de caña de azúcar refuerzan esta estrategia como una solución viable y escalable.
Tecnología y sostenibilidad
El compromiso de Toyota no solo se limita a los resultados visibles en sus vehículos, sino que también está profundamente arraigado en su filosofía empresarial. Con la implementación del Kaizen (mejora continua), Toyota busca optimizar procesos y hacer más con menos, utilizando menos recursos y energía.
En términos tecnológicos, su oferta incluye híbridos, híbridos enchufables y eléctricos, además de innovaciones como vehículos flex que funcionan con gasolina y etanol. Este enfoque integral permite que más personas accedan a tecnologías limpias, promoviendo una mayor contribución colectiva a la descarbonización global.
Costa Rica: Un aliado estratégico
Costa Rica juega un papel esencial en la estrategia de sostenibilidad de Toyota para la región. Con una matriz energética predominantemente renovable y un compromiso nacional con la reducción de carbono, el país se posiciona como un laboratorio ideal para la implementación de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles.
Es de esta manera como la transición hacia una industria automotriz carbono neutral no es solo un objetivo para Toyota, sino una responsabilidad asumida con visión a largo plazo. A través de su compromiso con la tecnología, la sostenibilidad y la colaboración, la empresa continúa liderando el camino hacia un futuro más limpio y responsable, demostrando que la innovación puede ser el motor del cambio.
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