El tiempo, el uso y las circunstancias de la realidad han ido haciendo germinar en el lenguaje innumerables «frases hechas». No quiero acordarme —como dijo el autor de la novela de novelas al hablar del nombre del lugar en que vivía aquel caballero que tanto luchó a brazo partido y que acaso tenía su mismo nombre de Miguel— de las infinitas que he oído y oigo. El DLE —que también las denomina «frases proverbiales»— o frece de ellas dos acepciones : 1. La que es de uso común y expresa una sentencia a modo de proverbio. 'En el medio está la virtud'. 'Nunca segundas partes fueron buenas'. 2. La que, en sentido figurado y con forma inalterable, es de uso común y no incluye sentencia alguna. '¡Aquí fue Troya!'. 'Como anillo al dedo'. Profundizando un poco en el asunto y buscándole tres pies al gato, para poner cada oveja con su pareja, y como con el tiempo y una caña, hasta los verdes se alcanzan, he descubierto que esos «verdes» aparecen también en otros espacios, 'a buenas horas mangas verdes', y que las «mangas verdes» caracterizaban el uniforme de los ejecutivos de la Santa Hermandad , como 'estar en Babia' ya se decía hace unos cuantos siglos, en los tiempos en que los reyes de León iban a descansar a esa preciosa comarca, cuando el hoy tan olvidado León existía como Reino. Hablaré en cristiano: con el asunto de la lengua hay que estar ojo avizor, el uso de tales frases es más viejo que Matusalén, y no hay cosa escondida que con el tiempo no sea bien sabida. Claro que no todo el monte es orégano, porque yo he tenido ocasión de escuchar «frases hechas» que no venían de la cultura léxica, sino de la malicia gramatical, como 'el tiempo pasado fue anterior' o 'si lo que deseas no viene a ti, usa el plan ve'. Para no perder ripio, con los años, el mundo de las «frases hechas» ha despertado el interés de instituciones importantes. Sirvan dos ejemplos significativos: la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, con su 'Plataforma Gramatical ELE' , y la Asociación de Academias de la Lengua Española, que está preparando el 'Diccionario Fraseológico Panhispánico'. A la cama no irás sin saber una cosa más, porque hay que cerrar filas en el tema del lenguaje, cerrarse en banda, pues con hermosura sola no se pone la olla y cuando menos se espera salta la liebre. Nuestro lenguaje va a durar más que la obra de El Escorial, pero hay que guardar como oro en paño lo que vale, no hay que andarse con chiquitas, hay que tomar cartas en el asunto y tener la sartén por el mango. Y aquí paz y después gloria.