Las sospechas que la Policía local de Toledo tenía sobre el conductor se confirmaron el martes. Pilotaba un autobús con 35 escolares, le dieron el alto y le hicieron el test de drogas, consistente en una prueba de saliva. El chófer dio positivo en THC (marihuana) y un laboratorio ha ratificado el resultado, aunque no ha trascendido la cantidad de tetrahidrocannabinol. Sucedió pasada la una y media de la tarde, cuando circulaba por la avenida de Francia, a la altura del IES Carlos III, muy cerca del cementerio. El autobús se dirigía al cercano municipio de Guadamur, a 20 kilómetros. Los agentes denunciaron al conductor, del que «se tenía sospecha de que conducía bajo los efectos de estupefacientes» , señalaron a ABC fuentes municipales. El chófer avisó a un compañero para que se hiciera cargo del autobús inmovilizado y llevar a los escolares a su destino. Sin embargo, también dio positivo en THC y fue denunciado, además de que la Policía local inmovilizó el vehículo con el que había llegado a la avenida de Francia. Otra empresa de transporte se encargó finalmente de trasladar a los estudiantes hasta Guadamur. Mientras, el jefe de los conductores denunciados acudió para retirar los dos autobuses inmovilizados. Los infractores pueden enfrentarse a un delito contra la Seguridad Vial por conducir bajo la influencia de drogas tóxicas , según fuentes jurídicas consultadas por ABC. La horquilla de penas pueden ir de tres a seis meses de prisión o una multa de seis a doce meses. Como alternativa, también la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, se les podría privar del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre uno y cuatro años, según el artículo 379 del Código Penal.