Javier Milei y el escándalo del G20: ¿qué ocurrió realmente?
El presidente argentino, Javier Milei, ha negado categóricamente las acusaciones sobre un altercado con otros líderes durante la cumbre del G20, que tuvo lugar en Río de Janeiro. Sin embargo, su negativa ha generado más confusión en un contexto en el que múltiples fuentes han confirmado la existencia de un conflicto. La ausencia de un video que podría aclarar la situación ha aumentado la falta de claridad en el asunto.
La periodista Claudia Ferreira, a través de Twitter, anunció la existencia de un video que demuestra el momento en que Milei comenzó su discurso. En su comunicado, Ferreira menciona que Gustavo Petro interrumpió al presidente argentino, a lo que Milei reaccionó de manera intensa. La descripción del conflicto incluye detalles sobre la actitud del mandatario argentino, quien, según informes, tuvo una violenta reacción y realizó declaraciones amenazantes hacia su homólogo colombiano, asegurando que lo va “a matar”.
Milei, por su parte, calificó a los periodistas del medio argentino El Destape como “mentirosos y farsantes”, luego de que este medio hablara de la existencia de evidencia fílmica de este escándalo. Rechazó las informaciones sobre sus interacciones con Luis Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric. Según Milei, su discurso, donde criticó el consenso internacional, no fue bien recibido, lo que lo llevó a despotricar contra otros líderes, generando una situación que fue considerada inapropiada para el ámbito del G20.
Durante la cumbre, se observó que el discurso de Milei no obtuvo los aplausos que recibieron otros líderes, lo que aparentemente lo provocó. Esto culminó en un intercambio tenso en el que se dirigió a dirigentes como Petro y Boric con un tono más parecido al de un programa de televisión que al de un foro internacional, lo que sorprendió a varios asistentes.
A pesar de las afirmaciones de Milei respecto a que no hubo una pelea, el video que se dice que registra los eventos sigue sin ser difundido. La organización del G20 normalmente documenta las intervenciones de cada mandatario, y aunque el material es entregado a las delegaciones, no está claro qué ocurrió con las imágenes que deberían incluir el diálogo de Milei.
El Gobierno argentino ha afirmado que el video en cuestión no existe, contradiciendo las afirmaciones de otros países cuyas delegaciones ya han compartido sus respectivos discursos. Asimismo, fuentes oficiales han aclarado que a pesar de que se entregaron los registros a cada delegado, el destino del video sigue sin clarificarse.
Las versiones sobre el incidente continúan saliendo a la luz, con testimonios de líderes que fueron parte del evento. Gustavo Petro, poco después de la cumbre, declaró que “indudablemente ganamos el aplausómetro con Milei”. Días después, Petro insinuó que la delegación argentina había ocultado el video de la intervención de Milei, lo que dejó entrever que hubo algo que no resultó favorable para el mandatario argentino.
Camila Vallejos, secretaria general del gobierno chileno, también se refirió a la situación durante una rueda de prensa, sugiriendo que los foros del G20 son espacios para el diálogo y no para la confrontación. Su declaración fue interpretada como una crítica hacia las acciones de Milei, quienes han señalado que este tipo de interacciones no son adecuadas para un foro internacional.
La controvertida participación de Milei en el G20 ha tenido repercusiones hasta en eventos posteriores. Por ejemplo, el canciller argentino no asistió a un homenaje en el Vaticano por el 40 aniversario de la mediación entre Argentina y Chile. El motivo dado fue la tensión generada por los intercambios entre los mandatarios en Río de Janeiro, lo que continua generando un clima de tensión diplomática.
La persistente negación de Milei sobre el supuesto conflicto y la falta de evidencia visual han dejado a muchos observadores cuestionándose sobre la transparencia de su administración. A medida que transcurren los días, el misterio del video y la narración de los eventos en el G20 siguen en el centro del debate público en Argentina, añadiendo incertidumbre sobre la imagen internacional del presidente argentino.
