Será devastador para la economía de Canadá si Donald Trump, virtual presidente electo de Estados Unidos, cumple su promesa de imponer un arancel de 25 por ciento a lasimportacionesde ese país, dijo Dennis Darby, presidente de la Canadian Manufacturers y Exporters (CME).“Esta medida tendría un impacto devastador en los fabricantes, trabajadores y consumidores tanto de Canadá como de Estados Unidos. Se trata realmente de una propuesta en la que todos pierden”, expresó.Dijo que lasexportaciones de Canadá a Estados Unidos son principalmente materiales e insumos utilizados por empresas estadounidenses para fabricar otros productos por lo que la imposición de aranceles perjudicará a los fabricantes estadounidenses al aumentar sus costos y perturbar las cadenas de suministro.Actualmente dichas cadenas están profundamente integradas que hacen que la industria manufacturera norteamericana sea competitiva a nivel mundial. Al mismo tiempo, la relación económica entre Canadá y Estados Unidos es enorme: en 2023, cruzaron diariamente la frontera 2 mil 500 millones de dólares en productos.“El presidente electo Trump dejó claro que quiere que la industria manufacturera estadounidense crezca y prospere. Estos aranceles tendrían el efecto contrario. CME está trabajando en estrecha colaboración con el gobierno federal de Canadá y con nuestros socios de la Asociación Nacional de Fabricantes de Estados Unidos para garantizar que la nueva administración y otros responsables de la toma de decisiones comprendan plenamente las consecuencias de esta propuesta”, añadió.Afirmó que Canadá y Estados Unidos deben trabajar juntos en políticas que respalden el crecimiento de la industria manufacturera y, al mismo tiempo, fortalezcan la seguridad económica y nacional compartidas y no adopten políticas que, sin duda, perjudicarán a los fabricantes estadounidenses, además de a las empresas y los trabajadores canadienses.Por su parte, Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Autopartes de Canadá (APMA por sus siglas en inglés) dijo que la mitad de los coches fabricados en el país los hacen empresas estadounidenses, y la mitad de las piezas que entran en todos los coches de su nación proceden de proveedores del sur.“Nuestro consejo para todos en Canadá y también para cualquier otra persona que haya escuchado en el extranjero es paciencia, no se asusten. Sin acceso al aluminio de Quebec y a los automóviles de fabricación avanzada de Ontario, al uranio de Saskatchewan, al petróleo de Alberta y al agua dulce de Columbia Británica, ciertamente la economía estadounidense no puede defenderse contra China si pierde a México como un aliado”, sostuvo.Agregó que Estados Unidos no puede darse el lujo de que China ponga una mejor oferta sobre la mesa o de obligar a México a mirar a Pekín y advirtió que en última instancia, se está repitiendo lo que se vio en las renegociaciones del TLCAN, que fueron proclamaciones fuertes en público y solo negociaciones justas y duras basadas en las matemáticas y la ciencia en el interior.“Hemos visto esta película antes, hemos visto estas tácticas antes, sabemos que a Trump le gusta usar los medios de comunicación y las redes sociales para interrumpir las conversaciones. Seguramente ha estado escuchando a los canadienses y mexicanos tener un debate durante las últimas dos semanas sobre si tenemos relaciones bilaterales o trilaterales. Ayer usó las redes sociales para decir que él es el otro lado de esa relación y nos está diciendo que es multilateral, el derecho trilateral”, precisóAG