El mercado vegano en España tiene rostro femenino. Según el tercer estudio sobre el sector, realizado por The Vegan Agency junto con la Universidad Pontificia Comillas y la Unión Vegetariana Española, el 71% de negocios están liderados por mujeres. Este dato no solo refleja una tendencia creciente en el consumo de productos éticos, sino también un cambio llamativo en los patrones de liderazgo empresarial.
“El emprendimiento vegano no es simplemente una oportunidad de negocio, sino un proyecto de vida que refleja convicciones éticas arraigadas”, explican Miryam Martín y Estela Díaz, coautoras del estudio y profesoras de Comillas ICADE. Este informe subraya que la mayoría de las emprendedoras no buscan únicamente rentabilidad, sino impactar positivamente en el medio ambiente, los animales y la salud de las personas. Más del 80% de las empresas veganas en España son unipersonales y, de estas, el 80% están lideradas por mujeres.
“El hecho de que las emprendedoras impulsen estos proyectos en etapas de madurez personal y profesional refleja un alto nivel de compromiso con una causa en la que creen firmemente”, destacan las investigadoras. Además, el 75% de las fundadoras veganas llevan más de cinco años practicando este estilo de vida.
Aunque el crecimiento del sector es notorio, no está exento de retos. Según el informe, el 23% de las empresas veganas no supera los 10.000 euros anuales en facturación, y un 67% de las emprendedoras necesita complementar sus ingresos con otras fuentes. “Entre los principales desafíos destacan la carga fiscal y el régimen de seguridad social, que afectan especialmente a los autónomos (casi el 60% de la muestra). Además, el hecho de que sean proyectos unipersonales unido a la falta de experiencia empresarial compromete su viabilidad a largo plazo”, explican Martín y Díaz.
Otro desafío significativo para las mujeres es la conciliación. “Las mujeres suelen soportar una carga desproporcionada de responsabilidades domésticas y de cuidado de personas. Esta doble carga puede socavar su capacidad para centrarse plenamente en sus empresas”, añaden las investigadoras. Este escenario se agrava por el menor acceso a financiación y redes de apoyo, que limita el crecimiento de estos proyectos.
El informe destaca que la innovación es una de las principales herramientas para que los negocios veganos se diferencien en un mercado cada vez más competitivo. El 47% de las empresas basa su propuesta de valor en la novedad, mientras que el 20% se enfoca en la accesibilidad de sus productos. Sin embargo, la hiperconcentración en sectores como la alimentación y la hostelería puede ser un problema. “Nuestra lectura de los datos parece aconsejarnos que les nueves emprendedores deberían optar por sectores menos saturados”, comentan Martín y Díaz.
Áreas como la cosmética y la moda sostenible ofrecen nuevas oportunidades. Estas categorías están en auge y responden a una demanda creciente de productos que respeten tanto al medio ambiente como a los animales. Las investigadoras enfatizan que diversificar las propuestas será clave para la sostenibilidad del sector.
El estudio también pone de manifiesto la importancia de fomentar comunidades de apoyo entre las empresas veganas. “¿Por qué no mentorizar a aquellos que son más nuevos?”, proponen las autoras, señalando que el 13% de los negocios veganos supera los 10 años de antigüedad.
Además, advierten que “sigue siendo esencial desarrollar un ecosistema sólido”. Esto implica generar oportunidades de colaboración, como financiación compartida o asesoramiento especializado, para que los negocios no solo sobrevivan, sino que prosperen.
A pesar de los desafíos, las expectativas de futuro son positivas para muchas emprendedoras. Según el estudio, un 43% de los negocios ve con optimismo su facturación en los próximos dos años. “Aportar nuestro granito de arena en la democratización de la alimentación vegana y todo lo que tiene que ver con ella. Aunque luego te das cuenta de que es muy complicado, la cadena hasta que llega el producto a ti es larga y todos quieren llevarse algo, es normal, pero en muchos casos se pueden reducir los márgenes para que todos, incluido el cliente final, salgamos ganando”, reflexiona una de las participantes del estudio.
