La inversión de España en redes "está plana", es una realidad que señalan todas las empresas eléctricas, que estiman que debe pasar de los 1.800 millones de euros fijados al entorno de los 4.600 millones.
El objetivo se debe a que Europa debe doblar su inversión anual en redes de los 33.000 millones de euros actuales hasta 67.000 millones de euros por año desde 2025 a 2050. Todo para ampliar, modernizar y digitalizar las redes eléctricas comunitarias, según la patronal comunitaria, Eurelectric, que estima que el esfuerzo representa el 0,4 de su producto interior bruto de la UE, pero creará unos dos millones de empleos.
Esta situación de desajuste provoca que si no se produce ese aumento en las inversiones, los recursos "se van a mover a otros países y se rechazará la inversión en España", según ha advertido hoy el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle.
Por eso, Ruiz-Tagle ha pedido un "esfuerzo" en ese terreno, incluido el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y su próxima orden sobre retribuciones.
Esta necesidad choca con un obstáculo legal que se remonta a 2013. El Gobierno estableció en ese entonces un límite anual a la inversión en redes, que en el caso de las de distribución, responsabilidad de las compañías eléctricas, asciende al 0,13% del PIB; es decir, casi 2.000 millones de euros anuales, menos de la mitad de la estimación de Eurelectric. La limitación es del 0,065% en transporte, responsabilidad de Red Eléctrica, el equivalente a 1.000 millones.
Al respecto de la decisión de la CNMC, el directivo de Iberdrola ha afirmado que "no hay que fijarse solo" en la tasa de retribución.
Lo primero que debe de tener, ha precisado, "es que sea atractiva y de acuerdo al entorno en el que estamos, que es de mucha competencia".
En ese sentido, ha reiterado que hay que romper "lo antes posible" el límite de inversión respecto al producto interior bruto (PIB) en España y ha agregado que otros países "ya han comenzado" con ese aumento de inversiones.
La demanda eléctrica en España, de acuerdo con los datos que ha aportado, puede llegar a los 30.000 MW, pero solo se es capaz de atender entre 10.000 a 15.000 MW.
En caso de no actualizar el sistema de distribución eléctrica, se pondría en peligro "el 74% de las conexiones previstas en tecnologías clave de descarbonización como vehículos eléctricos, bombas de calor y energías renovables", según el consejero delegado de la eléctrica germana E.ON y presidente de Eurelectric, Leonhard Birnbaum.
Esas peticiones son, precisamente, las que Ruiz-Tagle ha solicitado a la nueva ministra del ramo, Sara Aagesen, al tiempo que ha aplaudido su nombramiento en sustitución de Teresa Ribera.
Sobre la dana que inundó una parte de la provincia de Valencia y el efecto sobre la demanda eléctrica en la zona, el directivo de Iberdrola ha señalado como aprendizaje que se necesita "disponer de todas las tecnologías".
"Fue fundamental en esos días", ha apuntado, la operativa de la central nuclear de Cofrentes "para absorber la demanda" durante las inundaciones.