Son días de máximo ajetreo en las oficinas del Barça ultimando la lista de los 2.300 invitados que asistirán en el gran teatro del Liceu a la Gala de celebración del 125 aniversario de la fundación del club. El despliegue en el departamento de protocolo que lidera con destreza
Jordi Gómez está en consonancia con la importancia del acontecimiento. A pesar del hermetismo que se ha impuesto con no desvelar la identidad de los convocados, para no estropear el factor sorpresa que causará el reencuentro con muchos de los grandes mitos de la entidad, han trascendido algunos nombres con los que se contaba en este acto pero que desde la organización ni se confirman ni tampoco se desmienten. Este es, por ejemplo, el caso de
Messi, a quien se daba por confirmada su presencia pero que no está claro que acuda finalmente por unos compromisos previos. Libre de citas futbolísticas tras la eliminación del Inter de Miami en los playoff de la MLS, el mejor jugador de la historia blaugrana debería aparcar sus desavenencias con
Laporta por su inesperada salida del Barça para poder recibir el reconocimiento por parte del barcelonismo hacia su máxima leyenda.
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