El próximo miércoles 27 de noviembre está marcado en rojo en el calendario de la banda Cielo Submarino. Ese día, a partir de las 20.00 horas, se subirán al escenario de la sala El Sol (calle Jardines, 2) para presentar su primer disco de estudio, al que han dado su nombre. Una cita así es trascendental para cualquier grupo de música, pero para estos madrileños está aún más cargada de significado, si cabe, porque supone culminar un proceso que se remonta en el tiempo más de cuatro años.
A Sergio Blas (voz y guitarra), Eduardo de la Mata (guitarra y coros), Josele Luna (bajo) y Rober Aracil (batería y coros) les ha pasado «de todo». Así lo reconoce De la Mata en una conversación telefónica desde el local de ensayo donde descuentan las horas para que llegue el miércoles. La banda se metió en el estudio para dar forma a su primer albúm en febrero de 2020, tres semanas antes de que se decretara el confinamiento de toda la población por la pandemia.
La emergencia sanitaria trastocó sus planes de trabajo y la planificación que habían diseñado. Cuando pasados muchos meses lograron sobreponerse y juntarse de nuevo para grabar sus temas, un error en un disco duro acabó borrando las 13 canciones que contiene el disco. No fue todo. Después llegaron algunos problemas de salud, la paternidad del dueño del estudio… y de nuevo estaban en la casilla de salida.
«Han pasado cosas que nos han ido cambiando los tiempos», resume Eduardo de la Mata, toda una odisea a la que ahora ya le ven el final. Y tocar su primer disco completo en directo en la sala El Sol, en la que ya han actuado dos veces con sendos ‘sold out’, supone el mejor broche posible. Cielo Submarino explica que su música no se encierra en un único estilo, aunque las guitarras y las armonías vocales son el hilo conductor que da sentido a todo lo que hacen ya sea un tema endiablado como ‘Amor de contrabando’ o ‘Canita al aire’, o un medio tiempo como ‘Ojalá’ o ‘Matar al dragón’.
«Melodía, armonía, ritmo, pulso, corazón», enfatizan desde el grupo a modo de seña de identidad. Definen su música como «un sonido que te embauca y te hace soltar hasta el último átomo de aire que hay en tus pulmones» y como «una mezcla auténtica alojada desde siempre en tus ventrículos».
Cielo Submarino es una banda que empieza a abrirse camino en la escena musical, pero no son unos novatos ni unos recién llegados: a cada miembro del grupo le avala una trayectoria consolidada. Rober Aracil estuvo a la batería con Buenas Noches Rose, con Pereza y más tarde con Leiva; mientras que Eduardo de la Mata formó parte de Diavlo y Vipership, Sergio Blas de Barbara Ann Dj y Josele de Luna trabajó con Chumi Chuma y The Habit Of The Rabbit.
Estos madrileños de Alameda de Osuna, el barrio de La Estrella y Móstoles prometen una noche única y vibrante el próximo miércoles 27 de noviembre en El Sol, donde tendrán de teloneros a la banda Caballo. Su primer álbum de estudio -producido por Eduardo de la Mata, grabado y mezclado por Luis Caretti en Protege Moi Estudio y masterizado en Hittwice Producciones por Rober Aracil- sonará completo en directo por primera vez y, además, harán un adelanto del segundo. Las entradas para quien no quiera perdérselo ya están a la venta.