Mientras en la Catedral de Sevilla se conmemoraba el 776 aniversario de la reconquista y la reposición al culto cristiano con la apertura de la urna de San Fernando y la procesión de la espada —conocida como 'La lobera'— portada por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, se inauguraba una nueva exposición en el convento de Santa Clara. Esta muestra, enmarcada dentro del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, está dedicada al arte religioso de los conventos de Sevilla y su provincia. «Devociones Populares en las Clausuras de Sevilla» es el título de esta muestra que está situada en el coro de la iglesia del convento de Santa Clara y estará abierta hasta el 31 de diciembre. También es una oportunidad importante de poder admirar la recuperación de este recinto religioso. La exposición no habría sido posible sin la colaboración de la hermandad de la Antigua, que trabaja incansablemente en apoyo a los conventos de clausura, así como de la corporación de Pasión. También han contribuido de manera significativa Salvador Guijo y Manuel, quienes han aportado piezas clave para esta muestra. La exposición reúne más de 30 piezas distribuidas en dos salas, ubicadas en el coro bajo y alto del convento de Santa Clara. La primera sección está dedicada a la infancia de Jesús y la pasión del Señor, con obras que, al igual que el resto de la muestra, suelen permanecer ocultas al público por encontrarse en los conventos de clausura. La segunda parte de la exposición está dedicada a la devoción mariana, con advocaciones de gran relevancia como la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla y de la archidiócesis, así como la Virgen de la Merced, del Valle de Écija, de Gracia de Carmona, del Patrocinio, del Carmen, del Rosario, Santa Ana y Guadalupe, entre otras. Antonio Rodríguez Babío, durante la presentación de la exposición, indicaba que « queremos en esta muestra mostrar ese cariño y manera de como las comunidades nos presentan a las imágenes. La mayoría de las piezas son de clausura y son inéditas porque no se han podido ver nunca». La pieza más emblemática de la primera sala es l a Virgen del Tránsito del convento de las Mínimas de Triana, expuesta tal como está en la octava de la Asunción, una obra atribuida a Montes de Oca. También destaca una talla del Dulce Nombre de Jesús del convento de San Leandro que fue titular de una hermandad y que representa a todas las imágenes de Niño Jesús de los conventos. En la sección dedicada a la infancia de Jesús se exhiben obras procedentes de los conventos de Santa Paula y del Espíritu Santo. Destaca también la presencia de una talla de San José, del convento de las Teresas , que refleja la profunda devoción a esta figura en los conventos de clausura.En esta primera sección destaca la imagen de la Virgen de la Merced, una talla anónima del siglo XIX que fue antigua titular de la hermandad de Pasión. Actualmente, esta imagen, propiedad de la corporación, recibe culto en el colegio de las Mercedarias. Del convento de Santa Paula se exhiben piezas de gran valor histórico, como una imagen antigua de un Ecce Homo y otra de la Virgen de la Amargura con San Juan Evangelista, que en tiempos pasados procesionaban por el interior de la clausura durante la Semana Santa. También se presenta un Ecce Homo del convento de Santa Inés, que, según detalla una tabla explicativa, sudó sangre en 1685. Esta obra presenta rasgos muy similares al Señor de la Salud y Buen Viaje, titular de la hermandad de San Esteban. La imagen de la Merced del convento de la Asunción de la calle Gualdaquivir preside porque el coro lo preside la Virgen y no la priora o abadesa. A su lado, la patrona de Écija y de Carmona, dos de las grandes devociones de la provincia de Sevilla. «Las patronas están muy presentes en la vida de los conventos», ha apuntado Antonio Rodríguez Babío. Un reciente trabajo de restauración ha devuelto el esplendor a un destacado lienzo de Santa Ana, patrona de Triana, que forma parte de la exposición. La Virgen de los Reyes está representada mediante una pieza del siglo XVII , procedente del convento de las Teresas, expuesta sobre una reproducción del pasito y sin estar ataviada, lo que resalta su sobriedad y valor histórico. Asimismo, destaca la presencia de la Virgen del Carmen del convento de Santa Ana, una imagen muy venerada que cada mes de julio se acerca especialmente a los fieles. Entre las obras más relevantes también figura la Inmaculada de las Teresas, atribuida a Juan de Mesa, que se presenta vestida con el hábito carmelita, reflejando la profunda conexión entre arte y espiritualidad en el entorno conventual. Hay otra talla, de la Virgen del Rosario, del convento de Madre de Dios, de Juan Bautista Petrone, con mucho parentezco a Madre de Dios del Rosario. José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, en el acto de presentación, comentó que «este Congreso no es organizado por la conferencia episcopal, sino por la diócesis. El programa es tan completo que se ha invitado a todos los obispos de España. No se trata de que organicemos una serie de conferencias, mesas redondas, cultos o procesiones o exposiciones, sino de poner en pie el Congreso, de sentirlo como algo propio y para implicarse todos». Asimismo, Francisco Vélez, presidente del Consejo, destacó la enorme labor realizada para lograr exponer piezas de una gran valía, desconocida por muchos y que en pocas ocasiones pueden ser vistas al estar en las clausuras de los conventos.