El gobierno australiano ha presentado este jueves en el Parlamento un proyecto de ley que pretende prohibir las redes sociales a los menores de 16 años y propone multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos (32 millones de dólares estadounidenses) a las plataformas de redes sociales por infracciones sistemáticas. Para ello, Australia tiene previsto poner a prueba un sistema de verificación de edad que puede incluir datos biométricos o identificación gubernamenta l para aplicar un límite de edad en las redes sociales, uno de los controles más estrictos impuestos por cualquier país hasta la fecha. Se trata del límite de edad más alto establecido por cualquier país (En España el Ministerio de Juventud e Infancia plantea reducirlo a los 14 años), y no tendría en cuenta el consentimiento de los padres nisiquiera para las cuentas que ya se han creado los menores. «Se trata de una reforma histórica. Sabemos que algunos niños encontrarán una forma para saltárselo, pero estamos enviando un mensaje a las empresas de redes sociales para que hagan las cosas bien», ha declarado el Primer Ministro Anthony Albanese en un comunicado. Esta ley afectaría a Instagram, Facebook, TikTok, X y Snapchat, y dejaría fuera a redes de mensajería como Whatsapp, y en palabras de Albanese a los videojuegos en línea (que tienen su propio límite establecido) así como a servicios relacionado con apps o redes para la salud o la educación. Ha puesto de ejemplo Google Classroom o YouTube . El gobierno australiano ha argumentado que el uso excesivo de las redes sociales supone un riesgo para la salud física y mental de los niños, en particular para las niñas, por las representaciones nocivas de la imagen corporal y los contenidos misóginos dirigidos a los niños. Varios países ya se han comprometido a frenar el uso de las redes sociales por parte de los niños mediante la legislación, pero ninguno con un nivel tan estricto como el de Australia . Por ejemplo, Francia propuso el año pasado prohibir el uso de las redes sociales a los menores de 15 años, pero los usuarios podían evitar la prohibición si contaban con el consentimiento de sus padres. Estados Unidos lleva décadas exigiendo a las empresas tecnológicas que pidan el consentimiento paterno para acceder a los datos de menores de 13 años. «Para demasiados jóvenes australianos, las redes sociales pueden ser perjudiciales. Casi dos tercios de los australianos de entre 14 y 17 años han visto en Internet contenidos extremadamente nocivos, como consumo de drogas, suicidio o autolesiones», declaró el jueves en el Parlamento la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland. La ley obligaría a las plataformas de las redes sociales, y no a los padres o a los jóvenes, a tomar medidas para garantizar la protección de la verificación de la edad. También incluirá la obligación de las plataformas de destruir cualquier información recopilada para salvaguardar los datos personales de los usuarios.