En la Costa Atlántica argentina, existe un rincón casi secreto que cautiva por su serenidad y su entorno natural único. Con apenas 160 habitantes, este balneario escondido supo ser el refugio favorito de Diego Maradona, quien encontraba en sus playas la paz que lo alejaba del ruido mediático.
Entre paisajes costeros y una atmósfera de calma, este destino continúa siendo un tesoro para quienes buscan disfrutar del mar sin las aglomeraciones típicas de la temporada.
Villa balnearia Marisol es un destino escondido en la Costa Atlántica que se despliega entre los médanos y la ribera del río Quequén Salado, un lugar ideal para quienes buscan escapar del bullicio.
Sus playas abiertas, sin escolleras ni muelles, invitan a disfrutar de la inmensidad del mar, mientras que la pesca, es una de las actividades más elegidas por quienes la visitan. Con solo 16 calles de largo y cuatro de ancho, este pequeño pueblo ofrece una experiencia simple y auténtica en la costa.
La tranquilidad de Marisol cautivó a Diego Maradona, quien lo eligió como su refugio en varias ocasiones. Según el sitio rionegro.com.ar:
Actualmente, Marisol cuenta con más de 770 plazas de hospedaje en cabañas, hoteles y un camping principal. Su costanera con pasarela de madera y sus playas limpias, sin piedras ni caracoles, invitan a relajarse en un entorno donde se respira naturaleza.
Para llegar a Balneario Mirasol, en el Partido de General Dorrego, en auto desde CABA se tienen que recorrer 581 kilómetros de distancia, principalmente por la Ruta Nacional 3.
Antes del cruce del Puente del Quequen Salado se tiene que seguir por el camino provincial 108-08 y tomar la Ruta Provincial 72 hasta la ciudad de Oriente. Una vez allí, tomá el camino Balneario hasta Mirasol.