En el distrito limeño de San Martín de Porres se registró un nuevo asesinato. Dos delincuentes armados acabaron con la vida de un joven de apenas 26 años tras robar en una pollería ubicada en la avenida Prolongación Naranjal, en el asentamiento humano Villa Isolina
La víctima, identificada como Jorge Néstor Alcántara Castillo, trabajaba como cocinero. A pesar de nunca resistirse al hurto, el hombre recibió un disparo en el pecho y murió a los pocos segundos.
Los testigos presenciales comentaron que los hampones irrumpieron en el establecimiento y comenzaron a encañonar a los comensales y colaboradores para arrebatarles sus pertenencias.
Los facinerosos llegaron a bordo de una moto lineal. Ni bien entraron al local, comenzaron a robar las pertenencias de clientes y trabajadores. Cometieron el hurto delante de una niña. Desde la cocina, Jorge Alcántara Castillo se asomó para ver si se habían ido los criminales. Sin embargo, justo en ese preciso momento, uno de los hampones realizó un disparo que impactó directamente al pecho del joven cocinero.
"Mi hijo se levantó y salió hasta la puerta. Dicen que mi hijo susurraba: 'No quiero morir'. Eso dijo mi hijo", narró Julio César Alcántara, padre del occiso.
Intentaron llevar a la víctima al hospital, pero se desplomó en la calle debido a la gravedad de la herida. Los compañeros de Jorge Alcántara Castillo contaron que deja en la orfandad a un bebé de cuatro meses.
Las cámaras de seguridad de la pollería captaron el preciso instante en que se cometió el asesinato. El crimen ocurrió cerca de las 7:30 de la noche en el distrito limeño de San Martín de Porres.
En las imágenes se ve cómo dos delincuentes amenazaron a los presentes mientras revisaban cada rincón del establecimiento. Cuando abandonaron el local, jalaron el gatillo. Y una de los disparos impactó contra Jorge Alcántara Castillo, quien se puso de pie a pesar del dolor. En medio de la desesperación, pide ayuda. Pero fue en vano, porque se desplomó en la calle.
Las autoridades se encuentran investigando el caso para identificar y capturar a los responsables del crimen que enluta a una familia. Por otro lado, los vecinos exigieron mayor presencia policial en el asentamiento humano Villa Isolina, al que consideran una zona olvidada de San Martín de Porres, especialmente debido a su proximidad con el Callao.
