Lo que está haciendo
Lamine Yamal con 16 años en su primera temporada compitiendo en el fútbol profesional es algo que rompe con todo. Con el
FC Barcelona ya maravilló a las órdenes de
Xavi Hernández, el técnico que apostó por su potencial haciéndolo debutar ya con 15 años, pero el gran salto mediático a nivel internacional lo está dando con la
selección española en la Eurocopa. Y en un año 2024 en el que la
UEFA va por primera vez de la mano de
France Football en la adjudicación del Balón de Oro no es descabellado pensar en la seria candidatura del extremo a llevarse el premio. Le faltaría una última gran obra, una final el domingo en Berlín en al nivel de la semifinal de Múnich, puede que un gol extraordinario y decisivo como el que marcó ante Francia, quizás alguna asistencia a sumar a las tres que lleva liderando ese apartado estadístico. ¿Que no sería normal que con los 17 años que cumplirá el sábado ya gane un Balón de Oro por sólo un gran torneo? Es que la irrupción de
Lamine Yamal no es normal y lo que está despertando en el mundo entero obliga a plantearse los escenarios, también el del Balón de Oro, con el valor añadido de su adolescencia.
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