Geraldine Francia desde temprana edad, tuvo un gran interés por las matemáticas, por lo que sabía que terminaría estudiando alguna carrera de ingeniería. Desde los últimos años del colegio, se preparó intensamente para postular a la Universidad Nacional de Ingeniería, donde logró ingresar a la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones a la edad de 16 años. Tras graduarse, laboró en diversas empresas de renombre en Perú y, años más tarde, se le presentó la gran oportunidad de trabajar en Google en Irlanda.
Geraldine se crió en Puente Piedra, un distrito en el norte de Lima. Sus progenitores, provenientes de diferentes lugares —su madre de Rapayán y su padre de Mala— emigraron en busca de mejores oportunidades. Su mamá estudió para ser profesora, llevándola a las clases en la universidad, mientras que su progenitor, un ingeniero industrial, terminó su carrera cuando ella tenía seis años.
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La joven ingresó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) a los 16 años, tras una intensa preparación en una academia. La competencia era alta, pero con el apoyo constante de sus padres, superó los exámenes de admisión. Durante sus años en la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, se enfrentó a numerosos retos académicos que la forjaron tanto profesional como personalmente. La universidad le enseñó a ser autodidacta y a trabajar en equipo, habilidades esenciales para su futuro.
"La admisión fue solo el comienzo; los años en la UNI estuvieron llenos de retos y aprendizajes que moldearon mi carácter y mi trayectoria profesional. Aprendí a enfrentar problemas complejos y a no rendirme ante las dificultades, habilidades que han sido fundamentales en mi desarrollo profesional", expresó Francia en una entrevista al canal de YouTube de Karina Canales.
El proceso para ingresar a Google comenzó gracias a un amigo que le insistió en que postulara. Se preparó intensamente para las entrevistas, enfocándose en mejorar su dominio del idioma. Las pruebas de selección fueron rigurosas y demandantes, realizadas en inglés y abarcando tanto aspectos técnicos como de cultura empresarial. A pesar de las dificultades, se destacó y fue seleccionada para trabajar en el puesto de Technical Program Manager en Google Dublín, Irlanda.
"Dediqué muchas horas a mejorar mi inglés y a entender la cultura de la empresa. Cada entrevista fue una oportunidad para demostrar que mi formación y mis habilidades eran de nivel mundial. Me sorprendió gratamente que la compañía estaba más interesada en mi experiencia profesional y en lo que podía aportar, ya que no me preguntaron de qué universidad venía", manifestó.
La ingeniera lidera un programa de voluntariado en Perú enfocado en promover la educación en ciencias y tecnología entre los jóvenes, especialmente las mujeres. Organiza charlas para inspirar a los estudiantes a seguir carreras en STEM, proporcionando recursos educativos y modelos a seguir. Uno de sus proyectos más exitosos fue llevar talleres de programación y electrónica a zonas rurales.
"Hemos organizado talleres y charlas para inspirar a los estudiantes a considerar la ingeniería y las ciencias como opciones viables de carrera. Es fundamental ofrecer acceso a modelos a seguir y recursos educativos, que eran escasos en mi época. La respuesta ha sido increíblemente positiva. El impacto de estas actividades en las zonas rurales subraya la importancia de nuestro trabajo", finalizó.
