Málaga vivió anoche uno de los momentos más emocionantes y eufóricos de su historia deportiva. El ascenso de su equipo a Segunda División , conseguido de manera épica en el partido contra el Gimnàstic de Tarragona desató la locura en la capital de la Costa del Sol, en una noche inolvidable para los malaguistas, que coparon las calles del centro y se congregaron de madrugada en el aeropuerto para recibir como héroes a los jugadores. Los gritos y pitidos inundaron el centro y los barrios de la capital cuando Antoñito Cordero marcó el gol en los últimos treinta segundos de un partido que mantuvo en vilo a la afición hasta el último momento. Una marea blanquiazul se echó a las calles y uno de los epicentros de la fiesta fue la fuente de las Tres Gracias , donde empezó una congregación histórica que marchó después por el túnel de la Alcazaba para dirigirse hasta la céntrica plaza de la Constitución sin parar de mostrar orgullosos sus bufandas y dedicar cánticos al equipo. Pocos rincones de la ciudad quedaron libres anoche de los colores malaguistas, que desde pasadas las dos de la madrugada empezaron a inundar también los alrededores del aeropuerto de Málaga Costa del Sol cuando los de Sergio Pellicer ni siquiera habían despegado desde Barcelona para volver a casa. Lo hicieron pasadas las tres y no pisaron suelo malagueño hasta las cinco y media. Hasta los trabajadores del aeródromo ofrecieron una ovación a los futbolistas al desembarcar y antes de recibir, aunque desde la distancia por garantizar la seguridad, un baño de masas junto a los cientos de fieles congregados en la terminal. La fiesta continuará este domingo en las calles de Málaga. El equipo y la afición se darán cita en el estadio La Rosaleda, punto de partida de un recorrido que llevará al autobús del equipo por algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. La primera parada será la iglesia de San Pablo, donde el equipo realizará una ofrenda a Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada, en un gesto de agradecimiento por la victoria. Después, el autobús se dirigirá a las instituciones locales, haciendo paradas en la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento. Aquí serán recibidos por las autoridades antes de poner rumbo a la iglesia de la Divina Pastora, donde realizarán otra ofrenda a la Patrona del Deporte en Málaga. Un acto que marcará el cierre de un ciclo y el comienzo de uno nuevo lleno de esperanzas y expectativas para el futuro del equipo, ya de vuelta en Segunda División.
