Muy lejos quedan esas imágenes en blanco y negro en las que los futbolistas profesionales dejaban asomar algo de barriguita bajo sus camisetas, y también empiezan a quedar muy atrás esos vestuarios a los que después de los partidos llegaban repartidores de pizza para saciar el apetito después de un esfuerzo brutal, como si diera igual lo que comieran los jugadores después de quemar tantas calorías. Resulta que en un mundo tan profesionalizado como el del deporte de élite todo cuenta y aquí aparece MioBio, que ha revolucionado el concepto de alimentación personalizada para deportistas.
MioBio quiso ir un paso más allá de los tradicionales caterings pospartido, que solían incluir opciones poco saludables, como pizzas o hamburguesas, y creó una oferta mucho más gourmet y al mismo tiempo nutritivamente equilibrada. Con la colaboración de los nutricionistas de los clubes con los que trabajan a diario, MioBio ha identificado los platos más demandados por los deportistas para una recuperación óptima, pero sin que ello signifique que no sean apetecibles.
«Nuestra teoría es crear platos equilibrados, de alta calidad de producto, no refinados, y evitando el azúcar, siempre sin olvidar que nuestro gran reto reside en diseñar estos platos saludables sin dejar de pensar en el jugador, es decir tenemos que conseguir platos equilibrados y personalizados según las instrucciones de los nutricionistas pero totalmente reconocibles por los jugadores», cuenta Sergio Brisa, CEO y fundador de MioBio. «Todas las recetas son creadas y cocinadas por nosotros, lo que asegura al nutricionista que no hay elementos industriales o refinados que al ingerir el jugador pueda retrasar los tiempos de recuperación y que podemos adaptarnos a cualquier exigencia o petición concreta que pueda ser importante para el profesional», continúa Sergio, que apunta al humus de boniato con crudité, las gyozas, los nuggets de heura, los black bowls y la burger de angus de 250 gramos como los platos que están más arriba en la lista de preferencias de los deportistas.
«En realidad, nuestra cocina no tiene mayores secretos, más allá de ser productos de calidad, frescos y de proximidad. Sin procesados, ni conservantes artificiales, ni azúcares añadidos. Nuestros platos son equilibrados y cocinados de la manera más sana posible, manteniendo al máximo el valor nutricional y tratamos de cuidar el planeta con envases y cubiertos biodegradables, porque todo cuenta», cierra Sergio.
En principio la idea surgió como un restaurante enfocado en ofrecer opciones saludables y equilibradas para los amantes del buen comer y del cuidado del cuerpo. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, la empresa enfrentó el desafío de reinventarse. Fue entonces cuando decidió emprender un nuevo camino, centrado en brindar soluciones alimenticias adaptadas a las necesidades específicas de los deportistas. MioBio cuenta con más de 35 futbolistas que, a nivel personal, solicitan que cada día esta empresa les prepare su menú diario y a ello se une la colaboración con más de 30 clubes de Primera y Segunda División, así como de las categorías RFEF. MioBio ha estado presente en más de 400 partidos, donde ha distribuido más de 45.000 menús pospartido. Porque desde el pitido final empieza la preparación del siguiente encuentro.
