Especialistas de salud consideran que el futuro del tratamiento contra el cáncer es la atención personalizada, que va desde la inmunización hasta la secuenciación genética para aprender sobre la composición de los tumores y cómo combatirlos.
Actualmente hay decenas de estudios que buscan una vacuna contra el cáncer; sin embargo, las múltiples formas en las que se manifiesta el padecimiento no permiten que un solo biólogo atienda las necesidades de todas las personas.
Por ello, Mayo Clinic se encuentra en el desarrollo de diversos tratamientos, así como de vacunas que traten el cáncer de manera efectiva, según su tipo. “Podemos apuntar a múltiples antígenos, y algunos de ellos se superponen. Nuestro desafío es desarrollar vacunas a través de las notables diferencias entre los distintos tipos de cáncer”, explicó Keith L. Knutson, investigador de tratamientos enfocados al cáncer de mama y ovario.
Las vacunas, que llevan años en pruebas para su desarollo, tienen tres diferentes tipos de uso, según Mayo Clinic:
La pandemia de COVID abrió paso a la llegada de vacunas de ARN Mensajero, principalmente por farmacéuticas como Pfizer, que se consagró como la principal referencia para el desarrollo de inyecciones para tratar padecimientos mortales.
En noviembre de 2022, especialistas escribieron en Bloomberg que Pfizer tiene la presión de demostrar que el músculo que desarrolló durante la pandemia no se atrofiará. Los gigantes del sector normalmente no duplican los ingresos tan rápido y nadie espera que ese tipo de crecimiento continúe.
El objetivo de la farmacéutica ahora es “aprovechar el éxito de esa vacuna”, ya que el CEO argumenta que el ARN es el motor del tratamiento, y habló sobre una gran variedad de usos potenciales, que implican el desarrollo de una vacuna contra el cáncer que funcione como la de COVID.
