No me gusta utilizar las páginas del periódico para satisfacer agravios personales, pero creo representar a cientos de miles de ciudadanos al denunciar el abandono y el mal trato de la banca a sus clientes, especialmente a los más ancianos.
El sistema financiero ha invertido cantidades ingentes de dinero en informatizar sus servicios. Y es cierto que hoy casi todas las gestiones se pueden hacer a través del teléfono móvil o del ordenador, lo cual es un avance si uno tiene acceso a la tecnología.
Ayer fui a recoger un certificado a la oficina de Caixabank en la esquina de la plaza de la República Dominicana en Madrid. Es una instalación moderna, acogedora, sin ventanillas ni mostradores. Parecía la sala de espera...
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