El partido de la Premier League que enfrentó el pasado fin de semana al Tottenham de José Mourinho frente al Manchester United tuvo un vistoso resultado de 1-3. Un espectáculo futbolístico que los espectadores de la República Islámica de Irán no pudieron disfrutar en su plenitud. Más de 100 veces se vio interrumpida la emisión del enfrentamiento de los equipos ingleses. ¿El motivo? La presencia en cámara de Massey-Ellis, una de las linieres del partido que, como el resto de sus compañeros, vistió unos pantalones cortos para la práctica de su profesión. Siempre que el encuadre de la retransmisión mostraba un plano cercano de la asistente, por ejemplo en un córner o en una jugada cercana a la línea de banda, la producción iraní ofrecía a sus espectadores un plano general del campo de los Spurs.
La árbitra Massey-Ellis es una figura habitual de la Premier League -debutó como asistente en la temporada 2010/11- y, tras haber vivido situaciones sexistas en sus inicios en la liga, vuelve a verse envuelta en una polémica absurda. La situación fue denunciada por el grupo local My Stealthy Freedom, activistas que se opone a las prácticas machistas de Irán. Según su relato, los censores de la televisión iraní no eran conscientes de que una mujer formaba parte del cuarteto arbitral del partido entre Spurs y United, por lo que improvisaron al interrumpir la retransmisión cuando Massey-Ellis era enfocada más allá de un plano general. Esto supuso más de 100 cortes durante los 90 minutos.
“Su solución fue abstraerse de la acción que sucedía para contemplar imágenes urbanas de Londres, lo que fue una completa broma para el fútbol. Al final del partido, uno de los comentaristas bromeó diciendo que esperaba que los espectadores disfrutaran del espectáculo geográfico”, aseguran desde My Stealthy Freedom: “La censura está en el ADN de la República Islámica de Irán. No debemos normalizar esta práctica. Esta no es nuestra cultura. Esta es la ideología de un régimen represivo”.
El papel de la mujer en Irán y el deporte
La revolución islámica de 1979 convirtió a Irán en uno de los países con más restricciones sociales y legales para las mujeres. Desde los 9 años, toda mujer de la República Islámica está obligada a llevar hiyab (hasta 1997, la condena de las autoridades por no llevarlo era de 74 latigazos, ahora se traslada a la acusada a comisaria para identificarla y advertirla). No sería hasta el 2019 cuando las mujeres de Irán pudieron acceder a los estadios de fútbol como espectadores, tras 40 años de prohibición.
Tampoco es la primera vez que las estrictas medidas de censura de la televisión iraní provocan indignación en el espectador internacional. En el 2018, cuando se informaba del enfrentamiento de Champions League entre el Barcelona y la Roma, la producción nacional decidió dejar borrosa una parte del escudo del equipo italiano. Como homenaje a la loba Luperca, que amamantó a Rómulo y Remo en la leyenda del los fundadores de la capital de Italia, la Roma plasmó esa escena en su escudo. Al considerarlo un contenido sexual, la televisión iraní lo censuró, dando lugar a una cómica imagen.
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