La aprendiz de la última edición del programa Maestros de la costura, la venezolana Yelimar Moreno, desfiló este sábado en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWMadrid) con una de las creaciones de Angel Schlesser, que abrió la tercera jornada de la pasarela madrileña.
Antes de querer dedicarse a la costura, Yelimar Moreno (Caracas, 1989) compaginaba sus estudios de publicidad con su trabajo como modelo, una carrera que se vio truncada al perder la pierna derecha debido a un accidente de tráfico cuando intentaba escapar junto a su marido de un intento de secuestro. Tiempo después se trasladó a España y, desde hace tres años, vive en Barcelona.
“Estoy emocionadísima y con ganas de volver a pisar una pasarela”, comentó la modelo durante la sesión de peluquería y maquillaje previa al desfile, el primero que hace en España.
Yelimar y Juan Carlos Mesa, director creativo de Angel Schlesser, se conocieron durante la grabación del programa Maestros de la costura, cuando los concursantes acudieron al taller de la firma, momento en el que el creador quedó impactado por su belleza y personalidad.
“El programa solo me ha dado cosas buenas como esta. Es muy especial para mí estar aquí”, en un desfile en el que Juan Carlos Mesa, director creativo de Angel Schlesser, ha apostado por mostrar la diversidad y la inclusión de la mujer, sea cual sea su condición, edad o estilo.
Con su larga melena recogida en una coleta decorada con hilo dorado, Yelimar desfiló luciendo un vestido de noche, negro de piel sintética y manga francesa, que complementaba con unos elegantes guantes, de la colección otoño-invierno 2021.
“Estoy feliz de formar parte de un desfile como este. Defiendo la diversidad. Si fuéramos todos iguales sería muy aburrido”, explicó Moreno, quien asegura que durante el programa se sintió muy querida por el pueblo español, que ha visto en ella una “representación” de Venezuela, su país de origen.
“Me han abierto las puertas de su corazón”, dijo emocionada, recordando los mensajes de cariño que recibe a través de las redes sociales.
Su afición a la costura proviene de su madre, modista, y, aunque ella no pudo estudiar diseño de moda por problemas económicos, coser fue una de sus terapias tras el accidente.
De Maestros de la costura solo guarda buenos momentos. “Me fui con un buen sabor de boca”, afirmó, y reconoce que tuvo una conexión especial con Lorenzo Caprile, del que dijo que sus palabras en el último programa “son un recuerdo que me llevo para toda la vida. Fue un día mágico”.
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