En busca de un acuerdo que pueda desencallar la parálisis parlamentaria y facilitar la formación de gobierno en Cataluña, una delegación de ERC viajó ayer a Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont. El principal objetivo, según fuentes de los republicanos, era encontrar una vía que haga posible una «investidura efectiva» para la presidencia de la Generalitat.
Al encuentro, celebrado en el hotel Husa President Park, acudieron, además de Puigdemont, diputados de Junts Per Catalunya y representantes de ERC como el secretario de Economía de la vicepresidencia, Pere Aragonés; el secretario de Comunicación de la Generalitat, Miquel Gamisans; el jefe de gabinete de Marta Rovira, Jordi Bacardit; el jefe de prensa de ERC, Isaac Salvatierra; y la exconsejera y exdiputada Meritxell Serret. Según los republicanos, el viaje respondía a la necesidad de escuchar la fórmula que propone el presidente Carles Puigdemont «para hacer posible una investidura efectiva y formar gobierno», ya que antes de la reunión aseguraban «desconocer» el mecanismo que quiere poner sobre la mesa el expresidente catalán. De hecho, ERC recuerda que tampoco se les explicó el sistema que Junts per Catalunya quería aplicar el pasado martes, antes de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazase el Pleno de Investidura.
Con todo, tras pasar buena parte del día reunidos y avanzar en las negociaciones, todavía no hay nada cerrado porque ERC, como ya advirtiese su líder encarcelado, Oriol Junqueras, solo acepta que Puigdemont ostente una presidencia de carácter simbólico, frente a la intención de este de ejercer una presidencia «real» aunque sea desde Bruselas. Donde sí hubo acuerdo es en cómo se repartirían las consejerías en un hipotético nuevo govern de la Generalitat cuyo horizonte, en cualquier caso, se antoja muy lejano todavía ante los significativos desacuerdos. En este sentido, el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, secundó la idea de Junqueras y apostó porque Puigdemont sea presidente desde Bélgica con una «labor internacional» y, al mismo tiempo, se forme un «gobierno ejecutivo» en el Parlament. «Soy muy partidario de que Puigdemont sea presidente, pero también soy muy consciente de que el Estado nunca se detendrá y si puede lo encarcelará», apuntó.
Hoy mismo, Puigdemont ha convocado al grupo parlamentario de JpC a una jornada de trabajo en Bruselas para evaluar las negociaciones. «La reunión ha ido bien y ha sido constructiva. Las dos fuerzas están en vías de reestablecer la confianza perdida por la investidura fallida», recalcaron ayer fuentes de JpC tras el encuentro con los republicanos.
Por su parte, ERC recuerda que, a pesar de las tensiones que se puedan haber vivido estos últimos días entre los actores del proceso independentista, su «predisposición para llegar a un acuerdo y recuperar cuanto antes mejor las instituciones».
